En los últimos días se dio a conocer una publicidad del Ministerio de Economía en la que el rol del locutor fue reemplazado por una inteligencia artificial. La iniciativa –muy cuestionada por comunicadores– puso en evidencia cómo las nuevas tecnologías pueden ir reemplazando a las personas en sus puestos laborales.
En este sentido, la empresa OpenAI publicó un informe en donde analizó cómo impactan las inteligencias artificiales en el mercado laboral de Estados Unidos. Para la firma, el 80% de los trabajadores norteamericanos podrían verse afectados en al menos el 10% de sus tareas.
Pero las cifras advierten situaciones más críticas: las inteligencias artificiales podrían realizar al menos la mitad de las tareas que hacen un 19% de los trabajadores encuestados. “Esto sugiere que habrá una presencia significativa de esta herramienta en los trabajos, lo que a su vez se traducirá en cambios en los salarios de los empleados”, advirtió el informe.
El estudio, además, reveló que los empleos relacionados a la programación y redacción son los más fáciles de reemplazar por inteligencias artificiales.
Tras difundirse la publicidad del Ministerio de Economía, desde la Confederación de Trabajadores del Espectáculo (Cate), que nuclea a más de veinte organizaciones vinculadas a diferentes tareas, entre ellas la locución, dieron a conocer este miércoles un duro comunicado.
Marcelo Paniagua, presidente de Cate e integrante del Sindicato Argentino de Locutores y Comunicadores, se expresó duramente al respecto. Además, participó en Ginebra de una reunión de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en donde se abordó la problemática y la necesidad de un diálogo social para “concebir y aplicar medidas sólidas que aseguren que aseguren la adopción del enfoque de las nuevas tecnologías centrado en las personas”.
La Revolución artificial
Tal como en la era de la Revolución Industrial, cuando las maquinarias comenzaron de manera incipiente a reemplazar a la mano de obra, parece que se está ante una nueva forma de automatización y, en consecuencia, de que el avance del progreso y la tecnología se vuelvan en contra del desarrollo del ser mismo, tal como planteó en el siglo pasado Walter Benjamin en una de sus tesis sobre el tema, preocupado por el futuro de la humanidad.
Los planteos del filosofo alemán parecen no estar tan lejos de la realidad actual, casi un siglo después. Porque “numerosos puestos y el software impulsado por GPT pueden ahorrar a los trabajadores una cantidad significativa de tiempo en la realización de una gran parte de sus tareas, pero esto no sugiere necesariamente que sus tareas puedan automatizarse completamente mediante estas tecnologías», explicó el estudio.
Así las cosas, cuanta más educación precise un empleo, más posibilidades existen de sea reemplazado por una inteligencia artificial.
Menos es más
La situación parece brindar mayores beneficios a aquellos trabajos menos calificados que son más difíciles de reemplazar o eliminar completamente por la inteligencia artificial. A saber, el albañil, el plomero, el cadete que entrega puerta a puerta un envío, operadores de maquinarias de agro, chefs, deportistas, mecánicos, ayudantes de cocina, camareros, carpinteros, excavadores y mineros, entre otros.
CONCLUSION · Gremiales