Hay quienes defienden la legalidad de los tiranos y le temen a los valores morales y dignos de la criollidad del Pueblo.
Estos remedos de políticos, representantes de la doble moral de las clases medias conservadoras y reaccionarias defienden la formalidad legal de los dictadores antes que apreciar y ennoblecer la legitimidad de los medios de comunicación de la Democracia.
La diputada Silvana Giudici vuelve a la carga como mascaron de proa de los sectores ligados a las dictaduras y el neoliberalismo atacando a un funcionario del COMFER, en este caso, su Interventor, el Licenciado Gabriel Mariotto acusándolo de que “desde el Estado no se puede reivindicar las actividades ilegales” refiriéndose a la “legalidad” de la dictadura de Videla, Massera y Agosti y a la ilegalidad de los medios comunitarios y PYMES de la Democracia.
La diputada Giídici descolla protagónicamente, desde hace un tiempo, en las operaciones de prensa del oligopolio mediático.
Ese es el precio que pagan los “pobres de espíritu” para salir en los diarios, las radios y los canales de televisión sin hacer ningún mérito a favor del pueblo hambreado por los Martínez de Hoz y Cavallos y abandonado de estos políticos de papirote.
Tienen la formalidad administrativa de las clases medias conservadoras, temerosas de no agradar al patrón, que venden el país a los poderosos para que los inviten a un cocktail.
Radios legales son para ella y para los hipócritas como ella, los vendedores de legalidad, los políticos de partidos populares que acompañaban a los gobiernos de las dictaduras -como el de la revolución libertadora de Aramburu y Rojas que sancionara el Decreto 4041 diciendo que estaba prohibido decir o escribir la palabra Perón o Evita, o cantar la marcha peronista o Evita Capitana, o decir o escribir peronismo o justicialismo so pena de ir preso-.
Esta es la catadura moral de quien conduce la Comisión de Libertad de Expresión de nuestra honorable Cámara de Diputados de la Nación por el honorable partido de Moisés Levengson, Arturo Illia, Hipólito Yrigoyen y el legendario Leandro N. Alem.
Otra vez se levantarían de su tumba para vomitar por estos especímenes serviles al capital y al poder del Régimen.
La Diputada Giudici, seguramente piensa que radios legales son las radios que autorizo administrativamente el Proceso de Reorganización, a pocos días de irse del gobierno, para dejarle sembrado, a su partido, conducido entonces por Raúl Alfonsín, todo el espectro, de medios afines a la ideología delictiva, criminal, corrupta, perversa en lo moral y vendepatria en lo político.
Radios legales son, por ejemplo, para ella, la Radio 10 de Hadad, que le quitó a la Ciudad de Buenos Aires con la complicidad del menemismo. O las radios que el menemismo les dio a los capitalistas de la droga ligados al negocio de las bailantas.
El Señor Mariotto había declarado acciones suyas, cuando era estudiante, en pleno gobierno de Alfonsín, para defender a las radios comunitarias: “Con mucha ingenuidad, nos presentábamos en los juzgados y decíamos: ‘Nosotros tenemos una radio trucha. Va a venir una orden de allanamiento. ¿Ustedes no pueden decirnos cuándo va a llegar esa orden así nosotros sacamos los equipos por la medianera?’. Los tipos se sorprendían… Así hicimos muchas resistencias.»
El Señor Mariotto, un catedrático, decano de Ciencias Sociales de una importante Universidad Nacional, de donde egresara de su licenciatura, realizador de obras audiovisuales dedicadas al padre Carlos Mugica y al escritor Rodolfo Walsh, cuando dice “truchas” lo dice en el mismo sentido afectivo que los hinchas de Boca se adjudican el “somos bosteros”, que es lo que a sus rivales les gustaría que les doliera.
Les gustaría que les doliera, pero, entonces, irónica y afectuosamente, los hinchas zeneizes dicen “Si, bosteros ¿Y que?”
Pero ese detalle cultural a la Giudici no le llega, porque las órdenes que recibe son precisas.
No puede ella andar con la filosofía de Fontanarrosa en el Congreso de la Lengua, diciendo genialidades ante el rey de España y otros catedráticos.
Ella es como los locutores robot que cuando el libreto tiene escrito (por algun error de tipeo) “un sanguche de jamón y gueso…dicen jamón y gueso, aunque uno pudiera entender que, en realidad debería leerse “jamón y queso” porque el “queso” es algo y el “gueso” no es nada. “Y…pero decía “gueso”, yo leí gueso..:” (dirá el personaje del micrófono atribulado por su propia pamplinería).
Pero la Giudici es inmune a estos detalles, le han dicho que se haga la ofendida por el funcionario de marras, que ¡Vamos! Que hay que voltear la Ley de Radiodifusión del ejecutivo, (que ya han arreglado por lo bajo con algún otro funcionario que negociara con ellos, seguramente, algún pícaro, que les venderá eso en algún restaurante de Puerto Madero), por que hay que voltear al que presento la Ley y que ¡Vamos! Que Uds. pueden que los vamos a apoyar en la campaña política para que triunfen, para que venzan a este gobierno, que si volteamos a estos funcionarios, después iremos por el gobierno y con ellos derrotaremos de una vez al peronismo, y con ellos acabaremos con el campo nacional y popular, y con ellos con Chávez, con Evo, con Correa, con Lugo, con todos estos payasos, y si podemos, hasta con Obama, para terminar con todo este circo popular de los nacionalismos continentales del Siglo XXI y volveremos a lo de antes, a la gente decente, seria, a la majestad de los Reagan, Bush y Cia.
Y esta muchacha, la Giudici, obediente y sumisa, en nombre de la Democracia, en nombre de la “legalidad”, en nombre de “las instituciones” en nombre de la “libertad de expresión” nos hace ver que, ser funcionario significa cumplir las leyes de las dictaduras.
Como diciendo “esta bien que uno, en el llano, sea uno mas del pueblo, pero al asumir una responsabilidad del Estado uno debe cumplimentar los requisitos de las leyes vigentes de las dictaduras”.
Y después se aprovecha de nuestra inteligencia, se burla mal, (debe juntarse con gente muy torpe, o muy perversa) y cree que, diciendo mil veces mentiras puede hacer que parezca una verdad (Para Perón era imposible, al menos convertir mil mentiras en una minima verdad, siquiera) y dice: “que lo que el oficialismo busca, en realidad, es manipular y fragmentar a los medios de comunicación”
Fíjense la barbaridad que dice esta diputada de la Nación que no sabe nada de este tema, (les aseguramos que no entiende nada de nada), ella llama “fragmentar” lo que la Ley hace y lo que la Ley propone es “multiplicar los medios”, es decir donde hay uno que pueda haber cinco o diez. Mas radios, mas canales de TV, mas cables, más gente en los medios, mas trabajo, mas opciones de opinión, que la sociedad pase de espectadora a emisora, de pasiva a activa, etc.
“Fragmentar” es una palabra de sus patrones que dicen –Si nosotros-que somos pocos y nos conocemos, lo hacemos “tan bien” ¿Para que van a meter otra gente a hacer este negocio?” “¿Nos van a restar importancia, valor, etc.?”
Y si, va a ser así.
Van a tener radios y canales de Tv las cooperativas, los sindicatos, los municipios, las universidades, las escuelas, etc.
Mas gente. Mas opciones. Mas libertad.
«Cualquiera puede realizar actividades culturales e instalar una radio, pero desde el Estado no se puede reivindicar las actividades ilegales», explicó a Infobae, Silvana Giudici.
Es decir, la Giúdici habla desde Hadad, (como ya vimos).
Ya vimos cuales son los medios “legales” para ella.
Los de ARPA y ATA, los de la Asociación de Radiodifusores Privados y los de la Asociación de Teledifusoras privadas de Argentina, ambas “controladas” por el grupo Clarín, es decir, los que fueron licenciados por el Proceso de Reorganización Nacional, esa Dictadura y los que fueron autorizados por Menem y De La Rua, es decir por el neoliberalismo. De Martínez de Hoz a Cavallo. Esa es la “legalidad” que defiende esta mujer ignorante, sumisa con los poderosos y desafiante con los populares.
Y en el marco de esta precisa y organizada campaña de prensa contra la ley de radiodifusión, terminan dando ejemplos “delincuenciales” para tratar de demostrar que la conducta del joven y valiente funcionario peronista del gobierno, es equivalente a la de un comisario que habla bien de los desarmaderos de autos, o aun mas, que seria el dueño de un desarmadero de autos, desconociendo supinamente que poner una radio o un canal de Tv no constituye delito alguno y no esta penado por ninguna acción de tipo penal, para quien lo haga.
Obviamente, esta muchacha del circo se reúne con gente perversa ( ya vimos) que miente para manipular a los que, desprevenidamente, escuchan algunas de estas cosas por radio, mientras cocinan, o en el coche mientras tratan de no ser chocados por un colectivo; y en la televisión, mientras se indignan por la acción de la policía echando niños de los hogares.
¡Otra barbaridad más! (pensaran).
Debería saber, la Señora diputada de la Nación que, defender las radios y canales de Tv Pymes y comunitarios, aun cuando administrativamente –(porque solo de esto se trata, de un tramite administrativo), no haya sido autorizada, todavía, es una valiosa acción en defensa de los derechos humanos, porque se defienden derechos que nacen cuando el hombre y la mujer se convierten en “personas”, al comunicarse, y ello implica defender la libertad de expresión, defender la libertad de prensa y defender la libre circulación de las ideas al permitir el ejercicio pleno de emitir opinión, transmitir noticias y comunicarse, el derecho de las comunidades a tener sus propios medios, el derecho del Estado al emitir sus propias noticias y que la población pueda confrontar entre la opinión e información de unos medios y otros, sean privados, Pymes, públicos, comunitarios, etc. Para acercarse a la verdad de los hechos con su propia reflexión con amplia y variada información, no solo del mundo, de la región, del país, de su provincia, sino, en particular, de su propia comunidad local.
Pero, en cambio, defender la lógica de la “legalidad” de la Dictadura del Proceso, que secuestro personas, las torturo, las asesino, las hizo desaparecer, oculto a sus hijos de sus familias y aun mato bebes a sangre fría con un tiro de gracia en la nuca –como en Margarita Belén- para que no nacieran hijos subversivos- es un gesto de decadencia, indecencia y cretinismo que no permiten legitimar el uso que Ud. hace del sitio que Ud. esta ocupando, Señora Diputada, como una ofensa al pueblo que creyó que, al votarla, defendía la Democracia.
A Ud. no le da el piné, señora Diputada, debería renunciar a su banca y primero a la Comisión que tan mal preside, para evitar el asco que su accionar esta produciendo a vastos sectores de la sociedad.
Nunca ha pagado servir a los poderosos en contra de los pueblos.
Ellos usan el sistema “lata de cerveza” ahora la usan y cuando se termine la misión que le encomendaron en contra de los intereses populares, cuando no le encuentren mas “jugo”, la tiraran a un tacho, pero antes, la pisaran ecológicamente.
Por NAC & POP
enviado a nuevaregion.com por Marcelo Chibotta