Por Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico. Pressenza.com
En el cuarto aniversario de su llegada al cargo, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, encabezó una movilización popular masiva que colmó las calles del Centro Histórico de la capital, donde destacó que su administración está derrotando el racismo, el clasismo y la discriminación, y subrayó que el país es un “santuario de libertades”.
por Gerardo Villagrán del Corral
Por su énfasis en la justicia y el bienestar social, así como en la distribución equitativa del ingreso y de la riqueza, denominó su modelo económico y de gobierno como humanismo mexicano. En la Plaza del Zócalo, a donde llegó tras más de cinco horas de caminata entre miles de seguidores, el mandatario destacó que en el país se garantiza, como nunca, el derecho a disentir, y puso como ejemplo la marcha opositora del pasado 13 de noviembre.
En su mensaje a la nación con motivo de su cuarto año de gobierno, dejó en claro que no irá por la reelección y anunció mejoras para los trabajadores y pensionados.
“México estaba gobernado por una tiranía que ha pretendido justificarse con el beneficio de la paz”, expresó en el Zócalo, y explicó que su único objetivo es alcanzar el bienestar de la sociedad, mediante la intervención del Estado. Señaló que gracias a su política de recaudación, combate al robo de combustible y ahorro en gastos administrativos el erario federal se incrementó.
López Obrador aseguró que su gobierno no participa en fraudes electorales, hay independencia entre los poderes; además de que se respeta el estado laico, se protegen los derechos humanos y hay una mejor distribución de la riqueza. “No deja de importar en el terreno teórico el modelo de gobierno que se está aplicando. Mi propuesta sería llamarle humanismo mexicano porqué sí tenemos que buscar un distintivo”, señaló.
Aseguró que se acabó la corrupción en su gobierno porque se dejó a un lado la oligarquía y se dio paso a la democracia, por lo cual, agradeció a todos los colaboradores de la Cuarta Transformación por trabajar para que se llegue al camino de la justicia social, evitando la xenofobia, el racismo y el clasismo. Al confirmar que no se presentará a la reelección, señaló que “No es asunto de un solo hombre”
En cuanto a los avances de los primeros cuatro años de gobierno, AMLO señaló que el salario mínimo pasó de 88 pesos diarios, a 172, lo que representa un incremento del 62% en términos reales y, en la zona fronteriza, el incremento ha sido más del doble. Asimismo, manifestó una gran esperanza porque el aumento del salario mínimo sea del 20% para el 2023.
Junto con este anuncio, el jefe del ejecutivo federal dijo que para los 10 millones de adultos mayores que reciben pensión, en 2023, se beneficiarán con un incremento del 25 por ciento. Prometió que habrá otro incremento del 25% para 2024, esto quiere decir que el apoyo será de cinco veces más que cuando inició su gobierno.
El respaldo de la calle
El movimiento lopezobradorista recuperó, de esta forma, una de sus expresiones históricas principales, la de las manifestaciones y concentraciones populares. La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum (candidata a suceder a López Obrador) reportó la participación de un millón 200 mil personas a lo largo de cuatro quilómetros. “No se rompió ni un plato. México cambió: algunos se resisten a verlo, pero el pueblo quiere que siga la transformación», graficó.
La gobernadora de Campeche, Layda Sansores, indicó que la marcha fue una victoria para la Cuarta Transformación, y agradeció a los presentes luchar a lado del presidente “más querido de todos los tiempos”.
Después de los difíciles años de la pandemia de la covid-19, el lopezobradorismo recuperó la movilización popular con una concentración y marcha enorme, cuando han transcurrido ya dos tercios de su sexenio de gobierno. Logró el mandatario un contacto directo con el pueblo, sin dispositivos de seguridad como los de sus predecesores, para enmarcar, en ambiente de fiesta, la lectura del mensaje presidencial, que sintetizó los logros de cuatro años de gobierno.
López Obrador habló del combate a la pobreza, la recuperación salarial, la lucha contra la corrupción y los privilegios indebidos, la austeridad como fórmula de gobierno, el respeto al principio de separación de poderes y al pacto federal, la dignificación de los pueblos originarios, la lucha contra la impunidad, la creación de infraestructura, la resignificación del papel de las fuerzas armadas en la vida nacional.
Pero también señaló la atención a los jóvenes, la recuperación de la soberanía nacional –en especial a lo referente a la alimentaria y la energética–, la paulatina reactivación de la economía y el restablecimiento de un clima de libertades y de respeto a las divergencias, incluso a la de la ultraderecha que insiste en desestabilizar la democracia mexicana.
El presidente tuvo que reconocer escasos avances en materia de recuperación de la seguridad pública y de reconstrucción de los sistemas educativo y de salud, aunque los indicadores delictivos han experimentado una disminución y los otros dos se vieron severamente afectados por la crisis sanitaria de la pandemia, que tuvo un grave impacto en lo educativo.
Sabe que aún resta poner en marcha su anunciado programa de descentralización gubernamental prometido por la actual administración y que ha experimentado un severo rezago. La ciudadanía reconoció los logros del actual gobierno y la enorme diferencia que ha marcado con respecto a las administraciones anteriores.
* Antropólogo y economista mexicano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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