En unos años más, no muchos, la provincia de Neuquén deberá hacer algunos arreglos al himno provincial que nos identifica en el mundo.
Se me ocurre, por ejemplo, eliminar esa metáfora tan linda que hace alusión a nuestros ríos como: “agua cantarina…” que tan bien imaginaron Arabarco y Berbel cuando la compusieron… reemplazándola, por ejemplo, por algo más relativo al gas y petróleo de Vaca Muerta que podría estar inspirado en Chevron o, porque no, Vista, ya que cada día le va mejor. Y que aluda a las necesidades energéticas del mundo o de divisas americanas a las arcas de nuestro, cada vez más empobrecido, tesoro nacional… ¿Tesoro…?
Los ríos, al menos los de por acá, hace rato que han dejado de cantar. Digamos que están afónicos, a punto de perder la voz y pasar al lenguaje de las señas y señales de lo que está empezando a suceder. Por lo que sea, hace años, unos 10 o 12 sin exagerar, que casi ni llueve ni nieva. De hecho, en la invernada pasada muchos chiveros debieron volver antes por falta de pasto en sus veranadas. Desde octubre del 21, a mayo del 22 casi no vi caer una gota de agua. Y este invierno, no se por qué, se le dio por nevar y llover un poco más de lo que lo hacía 10 ó 12 años atrás provocando que los ríos, arroyos y cascadas estuvieran un poco más activos que lo aburridos que están desde hace años, haciendo que la voz de su canto haya dejado de ser tan cantarina para convertirse en un lamento en ritmo de advertencia…
De hecho, las fotos evidencian lo que hace años no se ve. Hasta ayer, la cascada Félix sobre la ruta provincial N° 39, daba lástima… ¡¡Y mire ahora como está de agrandada…!! Es una manera, como una sugerencia del río, igual a lo prolífico que florecen los frutales el año antes de morir, que vayan cambiando las metáforas del himno de Neuquén para acomodarlas a una realidad que ya sabemos cambiante, pero nunca imaginamos tanto. Porque el río, mi amigo… ha dejado de cantar.
Nota: las fotos (todas de Ricardo Kleine Samson) fueron tomadas con filtro de densidad neutra, por eso el efecto sedoso.
Fuente: PRESSENZA.COM