Ayer, en la distribuidora sanlorencina asaltada la noche del lunes, la actividad había retomado su ritmo
Tres policías del Comando Radioeléctrico de San Lorenzo terminaron con heridas de distinta consideración después de perseguir y enfrentar a balazos a malhechores que habían asaltado una distribuidora de bebidas, de la cual se llevaron 20 mil pesos en efectivo.
El hecho dejó dos delincuentes detenidos y tres prófugos, dos patrulleros seriamente dañados y uno de los efectivos con un proyectil alojado en la nuca tras atravesarle la cara. Respecto de este agente, los voceros dijeron que su vida no corre peligro aunque su estado es delicado.
Todo se inició a las 21.45 del lunes cuando cinco hombres llegaron en un Peugeot 206 a la distribuidora de bebidas De la Costa, en Rivadavia 1154, en la zona oeste de San Lorenzo y a unos 50 metros de una estación de ferrocarril abandonada. En ese momento el local estaba a punto de cerrar y los dueños del comercio, Flavio y Gustavo M., contaban la recaudación.
Así las cosas, tres de los ladrones irrumpieron en el amplio local al grito de «esto es un asalto» y exhibieron armas de fuego. Atónitos, los propietarios de la distribuidora levantaron la vista y apenas balbucearon alguna palabra uno de los maleantes le asestó un cultatazo en la cabeza a uno de ellos mientras sus cómplices recogieron el efectivo de la recaudación. «Uno de ellos manoteó una mochila y el otro agarró plata que estaba sobre el mostrador», contó el comisario inspector Cristian Sola, jefe de la Agrupación Cuerpos de la Unidad Regional XVII.
En medio del atraco, un llamado anónimo alertó a la policía acerca del asalto. Entonces, dos patrulleros del Comando Radioeléctrico acudieron al comercio y distinguieron que tres hombres escapaban corriendo de la distribuidora.
Persecución.
Entonces, los uniformados salieron tras los pasos de los malhechores. Recorrieron unos 200 metros hasta que, en el cruce de San Juan y Cochabamba, en una zona de pastizales, fueron sorprendidos por una balacera. Quienes dispararon, según el oficial consultado, fueron los prófugos.
Uno de los proyectiles atravesó la cara del agente Juan Nolasco, de 24 años, que conducía el vehículo policial. El uniformado perdió el control y el rodado terminó en una zanja tapada de pastizales. A raíz de la brusca maniobra, su compañero, el cabo Guillermo Vivas, de 36 años, quedó atrapado en el móvil. El patrullero que circulaba detrás corrió la misma suerte: un proyectil atravesó el parabrisas y su chofer, Abel Vivas, de 29 años, no pudo evitar que el auto terminara en la cuneta con él y su compañero Andrés Gómez, de 26 años, encerrados.
El comisario Sola señaló que los cuatro uniformados quedaron imposibilitados de actuar. Entonces, el cabo Vivas pidió una ambulancia para auxiliar a Nolasco y requirió ayuda a la Jefatura desde donde se montó un operativo.
En la huida, los ladrones se ocultaron en una obra en construcción bordeada por pastizales, ubicada en Dorrego entre San Luis y Moreno, cuyo sereno alertó a la policía sobre los movimientos de los malhechores,
Atrapados.
«Cuando los descubrimos, dos de los ladrones corrieron hasta las vías, pero allí los atrapamos», contó el comisario Sola. Los asaltantes fueron identificados como Roberto Carlos Blanco, de 32 años, y Martín Ariel Godoy, de 29, quienes fueron abandonados a su suerte por sus tres cómplices aún prófugos.
A unos diez metros del sitio donde fueron detenidos, se halló una mochila con una pistola 9 milímetros y otra automática calibre 32 que habían sido utilizadas para cometer el atraco y 10 mil pesos, es decir la mitad del botín.
En cuanto a por qué los ladrones se desbandaron, el comisario Sola aseguró que «uno de los ladrones tenía un handy conectado con la frecuencia policial y al escuchar que el Comando iba hacia la distribuidora decidieron irse en el Peugeot».
Sobre el estado de los policías heridos, el agente Nolasco quedó internado en observación en el Centro de Emergencia y Trauma del Sanatorio Parque, en estado delicado, aunque fuera de peligro; el agente Abel Vivas sufrió la fractura del fémur y la rótula y los médicos evaluarán si será necesaria una operación; mientras que el agente Andrés Gómez tuvo un traumatismo de tórax y ya recibió el alta.
Prontuarios
Los cinco malhechores que robaron la distribuidora sanlorencina son rosarinos, al menos dos de ellos tienen prontuario abierto por robo a mano armada y otro, Martín Godoy, gozaba de salidas transitorias de la cárcel de Rosario. El comisario Sola afirmó que hay sospechas de que entre los fugitivos están algunos de los autores del asalto al supermercado Makro de Rosario, el 20 de agosto de 2004.
Aquel día, una banda de unos diez integrantes irrumpió en el comercio de Circunvalación y acceso a la autopista a Santa Fe donde inmovilizaron a los empleados, se apoderaron de unos 200 mil pesos, se tirotearon con la policía y emprendieron el escape. El caso fue investigado por la jueza de instrucción Nº 2 Alejandra Rodenas.
Fuente: Diario La Capital