El ladrón de 23 años sufrió cortes al ingresar a una vivienda de Rosario al 200. Se activó una alarma domiciliaria y lo detuvieron en el patio de una casa vecina.
La activación de una alarma domiciliaria alertó esta madrugada a los vecinos de la cuadra de Rosario al 200, en Capitán Bermúdez. Cuando llegaron efectivos del Comando Radioeléctrico, constataron manchas de sangre por doquier: en un patio, en un tapial y en otra vivienda de vecinos que están de vacaciones.
Los policías siguieron el rastro de sangre hasta la casa a la altura del 288, en donde sus moradores permitieron el ingreso al inmueble y descubrieron que un ladrón todo ensangrentado se escondía debajo de una frazada en el patio.
El delincuente tenía varios cortes en el cuerpo y uno muy profundo en el pie derecho. En la vivienda de la cuadra en donde se activó la alarma encontraron ventanas destrozadas, una reja violentada y sangre en distintos lugares.
Al ladrón de 23 años, domiciliado en Bermúdez, lo trasladaron al hospital local para su atención. De allí lo derivaron a otro efector a raíz del corte profundo en el tobillo derecho, que requería consulta con un cirujano.
Desde Fiscalía de San Lorenzo dispusieron que el detenido sea notificado por el hecho de tentativa de robo y se le conceda la libertad por el artículo 218 del Código Procesal Penal.