España cambiará a lo largo de 2022 su relación con los animales: se esperan la prohibición de sacrificarlos, el veto al uso de fauna salvaje en los circos y el fin de la venta de mascotas en tiendas
Por Miguel Ángel Medina / El Pais
Desde el miércoles 5 de Enero 2022, los animales son considerados en España seres sintientes, lo que significa que no podrán ser embargados, hipotecados, abandonados, maltratados o apartados de uno de sus dueños en caso de separación o divorcio.
Estos cambios entran ya en vigor y modifican tres normas (el Código Civil, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil), pero no serán los únicos: el anteproyecto de ley de bienestar animal, que Podemos tiene preparado desde octubre y espera aprobar en los próximos meses, incluye medidas más contundentes, como la prohibición de sacrificar animales sin causa justificada, el veto al uso de fauna salvaje en los circos y el fin de la venta de mascotas en tienda. Además, la futura reforma del Código Penal prevé endurecer las penas por maltrato animal. Una batería de normas para cambiar nuestra relación con los animales.
¿Qué novedades se aplican ya?
Se regula la custodia compartida de los animales de compañía en caso de separación. Las medidas que adopte el juez pueden ser modificadas cuando así lo aconsejen no solo las necesidades de los hijos, sino también las de los animales de compañía. Además, la autoridad judicial podrá acordar la participación de los cónyuges en los gastos de manutención y cuidado del animal, y decidir el destino de este si no hay acuerdo entre los miembros de la expareja, teniendo en cuenta tanto el interés de la pareja como el bienestar de la mascota.
Desde ahora, los jueces podrán decidir que los padres no compartan los hijos con sus exparejas cuando vayan a separarse si han maltratado o amenazan con causar malos tratos a animales de compañía como forma de violencia vicaria o de género para controlar o victimizar al cónyuge o a los niños.
Estos seres vivos también se considerarán en los testamentos.
Si no hubiera últimas voluntades, los animales se entregarán a los herederos que los reclamen. Si no fuera posible, se entregarán al órgano administrativo o centro que tenga encomendada la recogida de animales abandonados hasta que se resuelvan los trámites de sucesión. Si ninguno de los sucesores quiere hacerse cargo, la administración podrá cederlo a un tercero para su cuidado y protección.
El texto señala que quien encuentre a un animal perdido deberá entregarlo a su propietario o a quien sea responsable de su cuidado, salvo si hay indicios fundados de malos tratos o de abandono, cuando lo pondrá en conocimiento de las autoridades. Si lo devuelve al propietario o responsable de su cuidado, podrá reclamar los gastos de curación y cuidado.
Mientras, la modificación de la Ley Hipotecaria se refiere a que los animales de explotaciones ganaderas, industriales o de recreo no estarán incluidos en las hipotecas, y la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil alude a que los animales de compañía no son embargables ante impagos.
Nuria Máximo, directora de la Cátedra Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos, cree que estos cambios reflejan “que la sociedad va cambiando su visión de los animales” y cada vez los respeta más. “Ha habido un cambio en la sensibilidad de la población con el trato que damos a los animales, sobre todo aquellos con los que convivimos. A cualquier persona le preguntas y sabe que su mascota no es una cosa, pero la ley no lo reflejaba hasta ahora, por eso se daban situaciones absurdas como que se podía embargar un caballo”, dice.
Las asociaciones en defensa de los animales ven la reforma muy positiva.
SociedadNuria Menéndez de Llano, directora del Observatorio Justicia y Defensa Animal, entidad que impulsó la recogida de firmas que ha desembocado en la actual reforma, considera “de justicia que se corrija este anacronismo”: “Es histórico que se reconozca que son seres sintientes, y que se los descosifique legalmente, antes estaban reducidos a la condición de cosa, y ahora la ley reconoce que son seres vivos, con capacidad de pensar y sentir”. La abogada recuerda que con este cambio España sigue el camino de otros países europeos —como Francia, Alemania, Suiza o Portugal— pero con una normativa avanzada: “Es una reforma intensa y de bastante calado”, resume.