No ocurrió en Punta del Este. Las modelos no eran profesionales y el locutor no invitaba a mover las cabezas. Sin embargo, en el desfile que anoche organizó la feria del barrio Pichincha «El roperito en la calle», no faltó glamour ni solidaridad. Es que los 120 puesteros que cada domingo y feriado venden ropa de segunda mano en el lugar desfilaron por la pasarela las prendas de sus stands e invitaron al público a donar alimentos no perecederos y juguetes en beneficio del comedor de la hermana María Jordán y del Hogar del Huérfano. El público respondió con su populosa presencia y donaciones, lo que convirtió a la iniciativa en un verdadero éxito. La idea nació días previos a la Navidad por parte de los propios puesteros del roperito y también del Mercado Retro (donde se venden objetos antiguos). Pero sucesivas lluvias obligaron a prorrogar el desfile hasta anoche, momento en que el público apreció todo lo que se puede adquirir allí en materia de ropa usada desde 5 pesos en adelante.
«Quisimos poner en marcha una pasarela de modas solidaria en gratitud con el público de Rosario que tanto nos apoyó visitando nuestros stands y comprando nuestra ropa y objetos cada fin de semana. Y qué mejor que hacer algo por la gente que menos tiene», señaló Natalia Fernández, quien está al frente del roperito 154.
En representación del Retro, Angélica Giri, del puesto 144, mostró con orgullo lo donado por la gente. En un inmenso canasto que hacía las veces de bolsa de rey mago, se podían ver autos de juguetes, bebotes y mochilas escolares, mezclados con paquetes de fideos y polenta.
Ambas ferias se instalaron desde el año pasado en la avenida Aristóbulo del Valle y Callao y lograron revitalizar el barrio. Primero, en abril, se lanzó el Retro. La gente no tardó en visitarlo y convertir el paseo en un clásico para la ciudad. Hasta compradores del interior y de Buenos Aires se volcaron a Pichincha en búsqueda de sus antigüedades. En agosto, fue el turno del Roperito que se abrió junto a las costureras que arreglan prendas al paso.
Las ferias continuarán abiertas cada domingo de enero y febrero entre las 17 y las 23.
De 5 a 20
La propuesta de moda y modelos fue variada. No importó la edad, ni los kilos de más. Puesteras, puesteros y hasta sus propios hijos desfilaron con total soltura mostrando las prendas que, según aseguran, no bajan de los 5 pesos ni superan los 20.
La primera pasada ofreció trajes de baños para niños, damas, jóvenes y caballeros. Con fondo musical de James Brown se vio pasar a los modelos con sus mallas, pareos, pantalones náuticos, shorts y vestidos playeros.
Manteniendo casi los mismos precios pasaron luego las tandas de ropa de calle, las prendas para la noche, los más variados accesorios en bolsos, sombreros y carteras, los vestidos de novia y, como cierre, algunos puesteros sorprendieron vestidos de Melchor, Gaspar y Baltazar.