Los peligros de Instagram para adolescentes
La antigua empleada de Facebook, que declara este martes en el Senado de Estados Unidos, acusó a la compañía de elegir «las ganancias sobre la seguridad».
Por Guido Bassallo / Pagina|12
Los cortes masivos en los servicios de Whatsapp, Instagram y Facebook, las redes sociales propiedad de Mark Zuckerberg, se produjeron justo el día después de una impactante revelación que salpicó al gigante tecnológico. La filtración por parte de una exempleada de varios documentos internos de Facebook al diario The Wall Street Journal demostraron que la empresa actúa de una forma muy diferente al discurso que pregona en público. El domingo, Frances Haugen hizo su aparición en la televisión estadounidense para revelar su identidad y asegurar que Facebook sabía que sus productos estaban alimentando el odio y dañando la salud mental de los niños. La antigua empleada de Facebook, que declara este martes en el Senado de Estados Unidos, acusó a la compañía de elegir «las ganancias sobre la seguridad».
¿Qué revelan los documentos de Facebook?
La gran conclusión que puede extraerse de la documentación filtrada a The Wall Street Journal es que los directivos de Facebook saben que las plataformas de la empresa son, en muchos casos, nocivas para los usuarios. El elemento que más indignación generó en la prensa y en los usuarios fue la investigación realizada por la misma empresa que determina que Instagram es perjudicial para una parte de sus usuarios más jóvenes, y «especialmente tóxico» para las adolescentes.
«Lo que reveló esta mujer (Frances Haugen) es que el algoritmo, es decir la fórmula con la que Facebook organiza la información, podía ser regulado o modificado para que no privilegiara ciertas conductas adictivas o que dieran preminencia a mostrar siempre los mismos cuerpos», explica a Página 12 Natalia Zuazo, directora de Salto Agencia y autora del libro Los dueños de internet. Zuazo detalla que los directivos de Facebook podían evitar que las adolescentes «sufrieran transtornos de alimentación mostrando por ejemplo una diversidad de cuerpos y sin embargo esto no sucedía, se apuntaba a un determinado tipo de belleza».
Otro de los documentos de Facebook desclasificados por el Wall Street Journal muestra cómo un grupo de empleados avisó a sus superiores que se estaban publicando mensajes en países subdesarrollados sobre tráfico de personas, venta de órganos y violencia contra minorías étnicas. Todos esos mensajes están prohibidos por las reglas de la propia plataforma pero, según los documentos internos, la respuesta de la empresa fue en muchos casos inadecuada o nula.
Incluso Mark Zuckerberg, buscando mejorar su alicaída reputación, apoyó la promoción de la vacunación contra el coronavirus a través de su plataforma. Pero los informes internos muestran que esa jugada también le «falló»: se descubrió que el colectivo negacionista de la pandemia usó las propias herramientas dispuestas por Facebook para expandir su mensaje.
¿Quién filtró los documentos?
La encargada de filtrar los documentos a la prensa fue la exempleada de Facebook Frances Haugen, de 37 años. Haugen trabajó para empresas como Google y Pinterest, pero dijo que Facebook era «sustancialmente peor» a todo lo que había visto antes. El domingo en una entrevista en el programa televisivo «60 Minutes», exigió que la compañía sea regulada.
«Facebook una y otra vez ha demostrado que prefiere sus ganancias a la seguridad», dijo Haugen y explicó que durante las elecciones presidenciales de 2020 en Estados Unidos, la compañía se dio cuenta del peligro que representaban los contenidos de odio y activó los sistemas de seguridad para reducirlos. Pero «tan pronto como terminaron las elecciones los apagaron, o cambiaron la configuración a la de antes, y eso realmente me parece una traición a la democracia», aseguró la analista de datos.
La respuesta de Facebook
Este lunes, antes de la caída masiva, Facebook se había defendido de las acusaciones de Haugen afirmando que se trata de un sitio «seguro y positivo». El vicepresidente de política y asuntos globales de Facebook, Nick Clegg, también rechazó con vehemencia la afirmación de que sus plataformas son «tóxicas». The New York Times informó el sábado que Clegg trató de adelantarse a la entrevista de Haugen escribiendo una circular de 1.500 caracteres al personal para alertarlos de acusaciones «engañosas».
Zuazo remarca que hace casi diez años vienen apareciendo denuncias de exempleados de Facebook. «Revelan cuestiones que pasan en la plataforma, y la empresa después tiene que asumir que estas cosas efectivamente pasan. Pero Facebook lo sabe y deja que esto siga sucediendo constantemente para monetizar con sus usuarios: cuanto más tiempo están en la plataforma, más tiempo se les pueden vender productos y servicios a través de anuncios», asegura la autora de Guerras de internet, quien cree que la interrupción del servicio durante buena parte del lunes obecedió a cuestiones técnicas, aunque podrían haberse generado «problemas de seguridad y filtraciones de datos».
¿Puede Facebook ser juzgado?
Frances Haugen testificará este martes ante el subcomité de Protección al Consumidor del Senado de Estados Unidos, que investiga las prácticas en Facebook a raíz de lo publicado en el Wall Street Journal. Si se demostrara que directivos de Facebook mintieron o escondieron información al Congreso de forma deliberada, podría considerarse un delito de falso testimonio.
La vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo este lunes que los documentos de Facebook «dejan claro que la autoregulación no está funcionando» y que «refuerzan la gran preocupación que el presidente Joe Biden y legisladores de ambos partidos han expresado sobre el poder y la manera de operar de estos gigantes mediáticos».