Con la presencia de entidades gremiales, vecinales y empresariales, la Pastoral Social de la Iglesia junto a la Mesa Regional de Diálogo Argentino hicieron público su tercer documento en poco más de un año donde se analizan las consecuencias de la crisis económica. Al acto acudió el arzobispo de Rosario y presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Eduardo Mirás quien consideró que «en los últimos doce meses persistió el hambre», y proclamó una profunda reforma política «que incluya la autonomía municipal» y se ponga fin a las listas sábana.
«Toda la sociedad debe dar una respuesta en el orden de la solidaridad y la cultura del trabajo y en esto estamos todos involucrados», aseguró Mirás en las escalinatas de la sede local del Sindicato Luz y Fuerza.
El titular de la Iglesia no esquivó las referencias a las difíciles tratativas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) al considerar que «si está en los planes del organismo multilateral de crédito ayudar a la Argentina, se hará» y consideró que el FMI sigue recibiendo presiones de muchas naciones para que así sea.
Cuando se lo consultó sobre si el gobierno nacional negociaba un acuerdo de rodillas con el Fondo, Mirás subrayó que «si se aceptan todas las condiciones pasando por encima de las necesidades del pueblo está mal. A renglón seguido fue más categórico al señalar: «Nada se puede hacer en el orden económico sobre el hambre de la gente».
En cuanto a los anuncios que la administración de Eduardo Duhalde hace en relación al veranito económico y al fin de la recesión en el país, el arzobispo rosarino manifestó que «debe ser perdurable y que no se corte con la llegada del otoño», y añadió que «la meta a fijar es la creación del pleno empleo, con asistencialismo pero pensando en crear trabajo a través de créditos blandos a las microempresas y poner al servicio de la producción los terrenos fiscales improductivos».
-¿Se ha roto el contrato social entre la gente y los políticos?
-Ellos dicen que no. Tienen como meta alcanzar el poder, pero esto debe ser para crear una sociedad nueva que comprenda al pueblo entero. No debe haber 4 o 5 iluminados a proyectar la sociedad del mañana. Hay que pensarla entre todos. El que busca alcanzar el poder tiene que realizar la sociedad que el pueblo quiere.
-¿La clase dirigencial necesita un control social más contundente?
-Sí, pero de parte de todos los ciudadanos. Por ejemplo, una votación a legisladores no puede hacerse por lista sábana a gente que uno no conoce. Debo votar a quien yo quiera y tendría que poder hacerlo. Y la sociedad debería tener el derecho de, pasado un tiempo, si su representado no ha cumplido su compromiso electoral, poner a otro.
-¿Se cumplió con el principio de renunciamiento que se planteó en la Mesa de Diálogo Argentino?
-No, pero no sólo por parte de la clase política. También otros sectores han ido a posicionarse de igual manera.
-¿Está a favor de que Rosario consiga la autonomía política?
-Todas las municipalidades, además de Rosario, deben ejercer la democracia dentro de la misma ciudad. La Nación está muy lejos de la gente y se transforma en un puro dicho.
-Hace un año atrás estaba junto a vecinos en Villa Banana (plena época de los saqueos). ¿Cambió Rosario desde entonces?
-Hambre sigue habiendo.