Giniel De Villiers está bien presente, no se esconde. Aunque iba a la cabeza del Dakar durante parte de la carrera hace dos años, acabó undécimo por un problema mecánico. El sudafricano vuelve al rally con la victoria como única meta. Su tenacidad es su cualidad principal.
Desde un punto de vista mental y físico ¿cómo te sientes a pocos días de la salida?
Estoy un poco cansado, así que me he tomado unos días de vacaciones antes de la carrera. He estado entrenándome todos los días, pero de forma suave, bicicleta de montaña, correr y gimnasio. Desde hace algunas semanas, prácticamente no he conducido. Es importante llegar fresco al Dakar y no pasarse con el entrenamiento. Además, intento no pensar demasiado en la carrera antes de que empiece. Pero una vez ahí te puedo asegurar que no tengo otra cosa en la cabeza.
Después de la decepción de hace dos años, ¿cuál es tu objetivo para esta edición del Dakar?
Vengo a ganar. Cuando me presento a una carrera, siempre es para ganar, si no, es una pérdida de tiempo. Tendré que luchar duro para permanecer delante de Peterhansel, Sainz o Alphand, pero tengo confianza. Hemos trabajado duro en el coche y hemos aportado muchas pequeñas mejoras, en la suspensión y en el motor. El coche es mejor que hace dos años. Ante todo, es más fiable, que es la clave para una carrera tan larga.
¿Cuál es tu baza para ganar frente al resto?
Mi combatividad. No me rindo fácilmente. En una carrera como el Dakar no se puede tirar la toalla, ni siquiera cuando se acumulan las dificultades. Se puede pasar una jornada horrible y ganar la etapa. Ya se sabe que la carrera va a ser muy larga y va a exigir mucho aguante. El paso de la Cordillera de los Andes será muy duro para los coches y para los pilotos. Habrá que ser fuerte.
Fuente: Dakar.com