Con más de 250 trabajadoras y trabajadores en tareas de comercialización, más de 300 puntos de entrega en AMBA, galpones, vehículos, almacenes, ventas mayoristas, entregas a domicilio, podríamos estar hablando de una empresa, sin embargo así se conforma ALTA RED, la Federación la forman un núcleo de 12 experiencias de comercialización popular y cooperativa y un grupo de 20 comercializadoras con las que en mayor o menor medida articulan compras.
Nació como toda experiencia de la economía popular; por necesidad. En principio fue una mesa de compras conjuntas entre varias organizaciones, que tras muchos años de articulación empezó a plantearse cuáles eran las dificultades comunes y las problemáticas que podrían abordar en conjunto.
Tras una década de trabajo en conjunto y la construcción de confianza mutua, comenzaron a formar una agenda común de pequeños productores de todo el país. Muchos recuerdan una primera compra conjunta de 18 mil kilos de zapallo de la cooperativa El Simbolar de Santiago del Estero, o los 8 camiones de banana agroecológica, experiencias con saldos agridulces pero que permitieron aprender las complejidades de trabajar con grandes volúmenes y la importancia que significa para estas experiencias la organización de la demanda como eje esencial y la organización del consumo en red como horizonte de crecimiento.
Si bien al principio la búsqueda era reducir costos de logística y sumar escala de compra para acceder a producción agroecológica de distintas provincias, con el tiempo buscaron la forma de incorporar más variedad y en esa búsqueda de variedad surgió una premisa común; siempre y cuando provengan de la producción de pequeñas fincas cooperativas, emprendimientos familiares y organizaciones campesinas e indígenas
Fue así que empezaron a cuestionarse cuáles eran los principios básicos, los pisos no negociables, en los cuales todas las comercializadoras tienen una mirada común.
Precio justo, Trabajo digno, Soberanía Alimentaria, Agroecología, Cuidado del medio ambiente y Consumo responsable son los valores, principios y objetivos que podemos encontrar en cada una de estas experiencias que ofrecen una alternativa de consumo a más de 10.000 familias mensualmente.
Desde Alta Red articulan directamente con grupos productivos del NEA, NOA, Cuyo, Pampa Húmeda, Patagonia y Cuyo. Con el objetivo de generar un mercado a precio justo de fruta y verdura agroecológica, yerba con estacionamiento natural, azúcar de mascabo, aceites, dulces artesanales, miel, harina, productos de almacén, entre otros.
En algunos casos la confianza construida con los grupos productivos les permite ampliar el horizonte y trabajar la planificación conjunta o el financiamiento de insumos para la producción.
La planificación y gestión de una logística conjunta permite a las comercializadoras cooperativas reducir costos y abastecerse de productos que no podrían incorporar individualmente. De esta manera quienes consumen en MECOPO, CARACOLES Y HORMIGAS, MAS CERCA ES MAS JUSTO, COLECTIVO SOLIDARIO, MERCADO TERRITORIAL, ALMACOOP, QUE COMES CUANDO COMES, SEPTIMO VARON, MERCADO TRANSFORMADOR, KOLMENA OESTE, PAC, RUNBO, CASA GRANJA, CENTRAL COOPERATIVA, CONSUMO SOLIDARIO, ALMACENATA, PACHA PAPA, LA YUMBA, PUEBLO A PUEBLO, FERIA LUJAN, MERCADO POPULAR, LA MINKA, PUENTE DEL SUR, entre otras, acceden a alimentos sanos, saludables y soberanos de diversas regiones del país.
En la búsqueda de mejorar el vínculo con quienes consumen, estas experiencias trabajan el concepto de consumo responsable construyendo un sujeto crítico, que ponga en valor el trabajo, la forma de producción, el cuidado del medio ambiente y se cuestione el consumismo banal, individualista e irresponsable que nos propone la economía de mercado.
Esta experiencia viene a demostrar que discutir escala y el volumen de producción es discutir la comercialización, aumentar la capacidad de producción y el abastecimiento es posible si se organiza la demanda, si se direcciona el consumo. No discutamos el huevo o la gallina, seamos pragmáticos ¿quién va a producir si no puede vender? ¿Quién va a producir si no le garantizan un precio justo?
Los pequeños productores de la agricultura Familiar campesina e Indigena, la economía popular, autogestiva y cooperativa que están organizados se auto perciben como un sector productivo y eso no tiene vuelta atrás. Un sector que aún le falta conquistar derechos, parte de una economía de supervivencia, marginal e informal, como algunos dicen sin ponerse colorados ni preguntarse qué hacen para que eso deje de ser así ¿Quién tiene la responsabilidad, la pollera corta?
En un mundo de ríos secos, deshielos y bosques incendiados que nos pide a gritos que paremos de consumir banalidades, que paremos de producir de esta manera, que dejemos el modelo extractivista. En un mundo que tiene cada vez más pobreza con pobres profundamente pobres y pocos ricos, extremadamente ricos, el trabajo digno se presenta como un objetivo ineludible, las propuestas de consumo responsable, producción agroecológica, cinturones verdes periurbanos, reciclado, mercados de cercanía, la economía local, son empíricamente parte de las políticas necesarias para un mundo mejor, mientras tanto algunas experiencias van marcando el camino.
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