Las autoridades ambientales del gobierno nacional y de las tres provincias involucradas firmaron una carta de intención que será puesta a consideración de los gobernadores Binner, Scioli y Uribarri.
Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos acordaron avanzar en la implemenctación de un modelo de desarrollo sostenible en las islas del río Paraná.
Las máximas autoridades ambientales de las provincias de Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos firmaron junto con representantes del gobierno nacional una carta de intención que busca implementar un modelo de desarrollo sostenible en las islas del Delta del Paraná. «Se trata de un avance importante para empezar a pensar en un modelo que ponga el foco en la preservación y la conservación del medio ambiente por encima del desarrollo descontrolado de la actividad ganadera», consideró el secretario de Medio Ambiente de Santa Fe, César Mackler.
El acuerdo al que arribaron los responsables ambientales del gobierno nacional y de las tres provincias será puesto a consideración de los gobernadores Hermes Binner, Daniel Scioli y Sergio Urribarrri, los mandatarios de las provincias que tienen jurisdicción sobre las islas.
«Nos parece importante este avance que significa empezar a hablar de la problemática de fondo y dejar de hablar solamente de las quemas como un hecho aislado, para trabajar en la elaboración de un plan estratégico de manejo de las islas en un marco acorde a la preservación de este ecosistema tan importante para toda la región», destacó César Mackler, al tiempo que recordó que «el humo producido por la quema de pastizales es una de las consecuencias y no la verdadera causa de esta problemática».
El acta acuerdo es el resultado de las dos jornadas de trabajo que tuvieron lugar en el hotel Sol Casino de la ciudad de Victoria, Entre Ríos, en el marco del taller gubernamental «Desarrollo Sostenible en el Delta del Paraná», convocado por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación y de la que participaron además expertos y representantes de ONGs ambientalistas de las tres provincias.
En el taller realizado en Victoria también estuvieron presentes, por el gobierno nacional, el subsecretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable, José María Musmeci, y el director nacional de Ordenamiento Ambiental y Conservación de la Biodiversidad, Carlos Merenson; por la provincia de Buenos Aires, el titular del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (Opds), Carlos Lasta; por Entre Ríos, el secretario de Ambiente, Fernando Raffo y el intendente de Victoria, César Garcilazo, representantes de ONG’s y de los 19 municipios que tienen jurisdicción sobre las islas del delta del Paraná, entre otros. Por Santa Fe, además de Mackler participó el subsecretario de Recursos Naturales, Ricardo Biasatti.
Principales puntos del acuerdo
Entre los considerandos del acuerdo firmado en Victoria se destaca que «el Delta del Paraná es un extenso mosaico de humedales y paisajes singulares que alberga una rica diversidad biológica, cumple múltiples y críticas funciones en materias de recarga y descarga de acuíferos, el control de inundaciones, la retención de sedimentos y nutrientes, la estabilización de costas, la protección contra la erosión, la regulación del clima, proveyendo una extensa lista de bienes y servicios al hombre, en particular a aquellos que realizan actividades productivas e imprescindibles para aquellos que realizan actividades de subsistencia en la región desde hace más de dos siglos».
«Por su localización geográfica adyacente al corredor de desarrollo e intervención antrópica más consolidado del país, resulta un área de particular interés, en consonancia con los procesos de cambios en el uso del suelo resultado, entre otros, de la expansión de las fronteras agrícolas y urbanas, y la creciente contaminación de los cursos y fuentes de agua con origen en las actividades que se desarrollan desde la interfase continental», añade el texto.
«Asimismo, como área de confluencia del drenaje de la Cuenca del Plata, el Delta del Paraná es impactado por las prácticas insostenibles que se desarrollan aguas arriba, aún aquellas que lo hacen más allá de los límites de nuestro país. En orden al bien común, el Delta del Paraná debe constituir un claro ejemplo de intervención proactiva y orientadora del Estado, ajustada a logros de conservación y desarrollo sostenible, basada en una trama político institucional que reconozca la construcción de consensos desde la diversidad de perspectivas, ámbitos de intervención e intereses», señala el documento consensuado por las tres provincias.
«Resulta urgente y necesario desarrollar acciones tendientes a evaluar los posibles efectos adversos del cambio climático global sobre el humedal planificando en consecuencia las acciones de mitigación y adaptación que se requieran», propone.
Además de comprometerse a destinar «los mayores esfuerzos» para «proteger, conservar y aprovechar en forma sostenible los componentes de la diversidad biológica y los recursos naturales en el área», el acuerdo firmado por las autoridades ambientales menciona el compromiso de «encontrar soluciones viables y efectivas a la problemática vinculada a los incendios que recurrentemente afectan diferentes zonas del Delta del Paraná, en tanto se desarrollan sobre un humedal caracterizado por su fragilidad ambiental».
El futuro del área
Consultado sobre el alcance del acuerdo, el titular de Medio Ambiente santafesino explicó que, «seguramente podrán existir actividades productivas en la zona de islas, pero en el marco de un objetivo de preservación, y no al revés. Es decir, no puede haber en un humedal con una alta vulnerabilidad ecológica la cantidad de ganado vacuno que existe hoy en las islas, una actividad productiva que en sí misma es perjudicial para el ecosistema que la alberga».
En el mismo sentido, Mackler señaló que «acá también estamos hablando de vidas humanas, de recursos naturales, de biodiversidad. Y hablo de vidas humanas porque cuando hubo quemas hubo accidentes y pérdidas de vidas. Además, este problema es mucho más que la quema de pastizales, que es una consecuencia; se trata de la preservación de la cantidad y calidad de agua en el río más importante de la República Argentina», agregó el titular de Medio Ambiente.