El próximo sábado 28 de diciembre Ernesto De Casas dará una charla referida al extraordinario pensador mendocino. Será a las 18hs. en Espacio Cultural Bronzini, calle Rivadavia 3422, Mar del Plata.
Ernesto (Tito) De Casas es autor de varios libros dedicados a profundizar en las ideas y experiencias del Humanismo Universalista, además de Traductor de Inglés técnico, articulista, ensayista, y artista plástico. Nació en Mendoza en 1947 y se incorporó al siloísmo desde muy joven, al comienzo de esta corriente surgida a principios de los años 60. Viajero por América, Europa y Asia, se ha convertido en un divulgador de la filosofía de su amigo y guía “Silo”.
“LA CURACIÓN DEL SUFRIMIENTO”
El 4 de mayo de 1969 Mario Luis Rodríguez Cobos, más conocido por su seudónimo literario “Silo”, dio su primera arenga en el paraje Punta de Vacas, al pie del Monte Aconcagua, en el límite de Argentina y Chile. Tuvo que ser allí porque la dictadura militar del momento impedía los actos públicos y lo envió a “hablarle a las piedras”. Algunos cientos de seguidores lo acompañaron y oyeron sus palabras.
Aquella fecha se convertiría en el hito fundacional del movimiento humanista, y las ideas expuestas se conocerían como “La curación del sufrimiento”.
El escritor nació y falleció en Mendoza (1938-2010). A lo largo de 72 años recorrió los más variados tópicos: filosofía, política, psicología, religiosidad… atravesando todos los temas con su interés por responder a los grandes interrogantes de la existencia humana. Así publicó libros, opúsculos, ensayos, cartas literarias, cuentos y artículos periodísticos. Su estilo se apoya, fundamentalmente, en la prosa poética.
Innumerables conferencias, estudios de campo y apuntes informales de sus charlas atestiguan el paso por capitales y ciudades del país y de Latinoamérica, y también Asia, África, Europa y Oceanía, donde se siguen traduciendo y reeditando sus escritos.
BIBLIOGRAFÍA DE SILO
Los textos La Mirada Interna (1972), El Paisaje Interno (1981) y El Paisaje Humano (1988), fueron reunidos en una trilogía publicada en un libro que llevó por título “Humanizar la Tierra” (1989), siendo ésta la primera compilación editorial del pensamiento de Silo.
Ese mismo año (1989) se publica Experiencias Guiadas (escrito en 1980), una serie de prácticas sicológicas apoyadas en formas literarias, divididas en dos capítulos: Narraciones y Juegos de imágenes. Se trata de cuentos breves que permiten al lector, o practicante, comprender situaciones de su propia vida e integrar contenidos del psiquismo.
Los ensayos Psicología de la imagen (1988) y Discusiones historiológicas (1989) se publicaron bajo el título Contribuciones al pensamiento (1990). El mismo Silo explicó la relación entre estas reflexiones en una conferencia en el Centro Cultural San Martín, en Buenos Aires, el 4 de octubre de 1990: “ambos estudios se entrelazan apuntando al mismo objetivo que es el de echar las bases para la construcción de una teoría general de la acción humana, hoy por hoy no suficientemente fundamentada. Cuando hablamos de una teoría de la acción no estamos planteando solamente la comprensión del trabajo humano como lo hace la praxiología de Kotarbinski, Skolimowski o en general la escuela polaca que, por cierto, tiene el mérito de haber desarrollado el tema in extenso. Nosotros nos dirigimos más bien a la comprensión del fenómeno del origen de la acción, de su significado y de su sentido…”
En 1991 publicó Mitos raíces universales (de 1990), auscultando los principales mitos de diez culturas, una puesta en evidencia –según sus palabras- de núcleos de ideación perdurables y actuantes en distintas latitudes y momentos históricos.
En 1991 se edita El día del león alado, integrado por cuentos cortos y relatos extensos que conjugan sutilmente ficción y realidad.
Entre el 21 de febrero de 1991 y el 15 de diciembre de 1993 escribió y difundió las diez Cartas a mis amigos, desarrollando puntos de vista sobre la crisis social y personal; los factores de cambio en el mundo; el ideario del nuevo humanismo, y la acción puntual para un proceso revolucionario. Se publicaron como libro en 1994.
El Diccionario del Nuevo Humanismo, en 1996, y Habla Silo, una recopilación de conferencias y comentarios desde 1969 a 1995.
Obras Completas de Silo Volumen 1 salió en 1998 y el Volumen 2 en 2000, incluyendo Apuntes de Psicología (conferencias dadas en 1975, 1976 y 1978). En Psicología I se estudia al psiquismo en general como función de la vida, en su relación con el medio y en su expresión humana. En Psicología II se estudian las tres vías de la experiencia humana: sensación, imagen y recuerdo. En Psicología III se estudia el sistema de Operativa capaz de intervenir en la producción y transformación de los impulsos. Y dos trabajos muy breves escritos en 1999, titulados “El ensueño y la acción”, y “El bosque de Bomarzo”.
En 2006 presentó Psicología IV, completando los “Apuntes de Psicología”. Psicología IV estudia sumariamente el desdoblamiento de los impulsos; las diferencias entre la conciencia, la atención y el “yo”; estudia también la espacialidad y temporalidad de los fenómenos de conciencia; para finalmente incursionar en las estructuras de conciencia como la «conciencia inspirada».
Su último libro, y legado espiritual, es El Mensaje de Silo, presentado en 2002 y lanzado editorialmente en 2008. Consta de tres partes: el libro, la experiencia y el camino. El libro es “La Mirada Interna”; la experiencia está planteada a través de ocho ceremonias (Oficio, Imposición, Bienestar, Matrimonio, Protección, Asistencia, Muerte y Reconocimiento); y el camino es un conjunto de reflexiones y sugerencias (“…no imagines que estás solo en tu pueblo, en tu ciudad, en la tierra y en los infinitos mundos… no imagines que estás encadenado a este tiempo y a este espacio…no imagines que en tu muerte se eterniza la soledad…”).
PROCLAMAR LA CERTEZA
Había declarado en una convención en ciudad de México (en 1980): “Así, entre miles y miles de mujeres y hombres que codo a codo solidariamente trabajan con nosotros, se suman ateos y creyentes, gente con dudas y con certezas y a nadie se pregunta por su fe, y todo se da como orientación para que sigan por sí mismos la vía que mejor aclare el sentido de sus vidas. No es valiente dejar de proclamar la propia certeza pero es indigno de la verdadera solidaridad tratar de imponerla”.