El próximo revés será en El Salvador. Bolivia y Osetia, los últimos fracasos de Estados Unidos
por Ernesto Carmona
La legitimación de Evo Morales en Bolivia es el último revés de la
política exterior de EEUU en América Latina. La siguiente contrariedad
probablemente se dará en las elecciones parlamentarias y
presidenciales de El Salvador, cuyo actual gobierno compite con
Colombia, Perú, México y Chile entre los más fieles aliados de EEUU en
América Latina. El gobierna salvadoreño copió la Ley Patriota de Bush
para perseguir a quienes levanten demandas sociales y es el único país
latinoamericano que tiene tropas en Irak.
También el 18 de agosto asume el nuevo gobierno del Paraguay,
encabezado por el ex obispo Fernando Lugo, de 57 años. El nuevo
gobernante prometió profundas reformas sociales en un país donde la
clase rica se beneficio de 61 años de dominación del partido Colorado,
que incluyen los 35 de la dictadura de Alfredo Stroeesner. Lugo
recibirá una nación preponderantemente indígena, donde el campesinado
y los pobres sufren la inequidad y la miseria, y deben resignarse a
vivir en el 7% del territorio nacional, mientras la clase latifundista
que representa al 7% de la población usufructúa del 93% de las
tierras.
Y lejos de nuestra región, al presidente de Georgia, Mikheil
Saakashvili, aliado íntimo de Bush, le está ocurriendo todo lo
contrario que a Morales: tambalea en el gobierno, mientras su nación
sufre una humillación militar de envergadura y está a punto de caer
del poder después de haber llevado a su país a la mal calculada
aventura de apoderarse de Osetia del Sur, un pequeño país
independiente protegido por Rusia que no quiere ser parte de Georgia.
A medida que avanzan los lentos cómputos de la elección boliviana, el
caudal de votos alcanzado por Evo Morales se acerca al 70% y, a la
vez, cambia el mapa electoral que en las primeras horas post votación
le atribuyó derrotas en cinco de nueve departamentos, que en las
últimas horas se habían reducido a dos. Asimismo, la OEA adelantó una
abstención de alrededor de 15%, tasa bajísima para cualquier país
latinoamericano.
Sin embargo, la resonante victoria democrática de Morales no ha sido
recogida de manera racional por los medios de comunicación de Bolivia
y del resto del mundo, que juegan al “empate” y se empeñan en
reemplazar la realidad real con un mundo virtual. Tal como ocurrió en
su momento en Venezuela, los medios de comunicación están dejando su
rol informativo, que debiera ser veraz e imparcial, para convertirse
en protagonistas políticos, como si fueran partidos.
¿Quién es Saakashvili?
El presidente del país donde nació José Stalin creyó que controlar
Osetia del Sur sería un paseo, pero probablemente le cueste el cargo.
Saakashvili alcanzó el poder traicionando a su ex maestro y protector
Edward Schevarnadze, el último canciller de la Unión Soviética, quien
fue el primer jefe de Estado de Georgia tras la desaparición de la
URSS. Los medios como CNN y el discurso de Bush y Condoleezza Rice
presentan a Georgia como víctima y no como país agresor.
El mismo error de cálculo del “paseo militar” de Saakashvili ya ha
ocasionado muchos sufrimientos en otras latitudes cuando gobernantes
cuestionados creyeron conquistar popularidad y legitimidad haciendo
sonar las campanas del nacionalismo y la “integridad territorial”,
como aquellos militares argentinos que con una mano torturaban a los
jóvenes obreros y estudiantes de todo el país y con la otra los
mandaban “a morir por la patria” en Las Malvinas.
Saakashvili es un peón de Estados Unidos en el tablero geopolítico del
poder imperial en esa parte del mundo. Estudió leyes en EEUU, en las
universidades de Columbia y George Washington, y trabajó en un
influyente estudio de abogados de Nueva York. Y hoy vendería su alma
al diablo con tal de ingresar a la OTAN.
Mal aconsejado por EEUU y tras una reciente visita de Condoleezza
Rice, que le prometió el oro y el moro, el 6 de agosto Saakashvili se
lanzó a recuperar Osetia del Sur, territorio que reivindican los
nacionalistas de Georgia, pero midió mal la reacción rusa y le dio el
pretexto para ocupar toda Osetia del Sur y la vecina Abkhasia, otra
nación enclavada en la frontera ruso-georgiana. Y así EEUU gatilló
otra guerra que no se sabe cómo y cuándo va a terminar.
El futuro en El Salvador
Mauricio Funes es un periodista del Frente Farabundo Martí para la
Liberación Nacional (FMLN), nacido en 1959, que según todas las
encuestas resultará elegido presidente de El Salvador en la elección
presidencial del 15 de marzo 2009. Previamente, el 18 de enero, habrá
elecciones parlamentaria y municipal que, según todas las encuestas,
también las ganará el FMLN.
A 12 años del término de la guerra civil de dos décadas, a comienzos
del 2009 puede comenzar a escribirse un nuevo capítulo en la historia
de este país, destruido por la intervención de EEUU durante la segunda
mitad del siglo 20.
Primero, las corporaciones que se adueñaron de la tierra para cultivar
el banano y otras especies, luego destruyeron el ambiente y cometieron
incontables abusos contra los trabajadores de El Salvador. Enseguida,
irrumpieron los escuadrones de la muerte y EEUU llevó sus recetas de
contrainsurgencia, los tratados comerciales dañinos y el bloqueo de
los movimientos democráticos.
Y ahora, por primera vez desde los Acuerdos de Paz que en 1992 dieron
fin a la brutal guerra civil de doce años, el progresista FMLN tiene
una opción razonable de ganar el poder en las próximas elecciones. En
todas las últimas encuestas de 2008, el Frente exhibe una cómoda
ventaja sobre el partido derechista ARENA, que ha perpetuado las
mismas políticas dañinas que condujeron a la guerra civil en 1980.
Se espera que el FMLN detenga la desastrosa privatización del acceso
al agua y el cuidado de salud, restaure los derechos de los
trabajadores, luche por enmendar los acuerdos de comercio para un
reparto más equitativo que beneficie menos a las corporaciones, ponga
fin a la participación de El Salvador en la ocupación de Irak y, en
general, siga la trayectoria pavimentada por los gobiernos
progresistas latinoamericanos que muestran distintos grados de
distanciamiento de EEUU, con diferentes matices, desde Brasil a Cuba,
pasando por Venezuela, Ecuador, Argentina, Bolivia, Nicaragua y otros,
cuyos gobiernos que se muestran más bien “descomprometidos” con la
suerte del imperio en esta parte del mundo, como Guatemala, Honduras y
otras naciones
Mauricio Funes ha dicho con claridad que Washington no está yendo a
ninguna parte y que, a pesar de las cicatrices del pasado, está
dispuesto a trabajar con quien suceda a Bush. Comentando ‘La necesidad
de un cambio en el gobierno’, el editorialista Salvador Ventura, del
diario Colatino de San Salvador, afirmó ayer 11 de agosto: ‘Las
encuestas, mapa del momento, dicen que el FMLN y su candidato Mauricio
Funes ganarán las elecciones. Eso, en primera instancia, llena de
optimismo a los salvadoreños’.
Luego añadió: Un segundo instante sostiene que la derecha, si se puede
hablar de un sector reflexivo, ha entendido el mensaje y la necesidad
de un cambio de rumbo en la manera de administrar la cosa pública. Y
una tercera etapa, que la izquierda se encuentra preparada para
aceptar el reto, asumir el gobierno y eventualmente el poder’.
Al parecer, la suerte está echada… Mauricio Funes llevará como
candidato a vicepresidente al ex-combatiente Salvador Sánchez Cerén.
fuente: ARGENPRESS.info