«primero hay que firmar» se escuchó decir bajito a Cristina cuando Néstor se salteaba ese paso para entregarle los atributos. Foto (Telam): Monento de la entrega de la banda y el bastón de mando. |
Prestó juramento ante los diputados y senadores en el Congreso y se convirtió en la primera jefa de Estado por voto popular.
Poco después pronunció su primer discurso como mandataria, que duró 53 minutos, y en que se refirió a los principales lineamientos de su gobierno. Volvió a pedir por Ingrid Betancourt, le dirigió un mensaje a su par uruguayo Tabaré Vázquez por el conflicto por Botnia y le agradeció lo hecho a Néstor Kirchner en sus cuatro años de gestión. Asistieron líderes de América Latina, representantes del resto del mundo e invitados especiales.
La presidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner, llegó a las 15.03 al Congreso para participar de la Asamblea Legislativa, donde prestó juramento y recibió los atributos de mando por parte de Néstor Kirchner.
Fernández de Kirchner ingresó al Palacio Legislativo acompañada por Kirchner y fue recibida en la explanada principal de la avenida Callao por una comitiva de bienvenida, integrada por legisladores de ambas cámaras, que la escoltaron hasta el recinto de sesiones, donde prestó juramento.
Agradecimiento y reproche a Tabaré
Cristina saludó la presencia de su par uruguayo, pero aseguró que «la situación que hoy atravesamos no nos es imputable», en relación a la pastera Botnia. Y afirmó que «resituar el conflicto con Uruguay requiere sinceridad de todos nosotros, lo que no significa ahondar las diferencias», remarcó la flamante Presidenta.
Cristina Fernández asume la presidencia argentina con desafíos
BUENOS AIRES, 10/12/2007 (Reuters)
Cristina Fernández de Kirchner asumirá este lunes la presidencia argentina en un traspaso de poder inédito en la región, cuando su esposo le ceda el Gobierno de un país con un robusto crecimiento económico pero con el desafío de controlar la inflación.
Por César Illiano
Ante la presencia de líderes de todo el continente, Fernández de Kirchner, de 54 años, jurará a las 15.00 hora local (1800 GMT) como la primera mandataria mujer surgida de las urnas de la historia argentina.
Su marido, el saliente presidente Néstor Kirchner, prometió pasar a un segundo plano durante los cuatro años de Gobierno que tendrá por delante su esposa, aunque pocos argentinos creen que el político peronista saldrá de la escena pública.
La llegada al poder de esta abogada de fuerte militancia política desde su juventud y con casi dos décadas como congresista fue saludada por los líderes de la región que llegaron a Buenos Aires para la ceremonia.
«Esto muestra el cambio de época, las mujeres por fin están ocupando el lugar que merecen en la historia latinoamericana,» dijo el mandatario de Ecuador, Rafael Correa.
Fernández, que mantendrá la mayoría de los ministros de su marido, prometió seguir con el modelo focalizado en incentivar el consumo doméstico que le permitió a Argentina crecer a más del 8 por ciento anual desde el 2003 aprovechando un alto precio de las materias primas.
En contrapartida, aún no pudo controlar una inflación que orilla el 9 por ciento.
Además, la falta de infraestructura en el país, especialmente energética, puso en riesgo el mantenimiento del despegue económico.
Famosa por sus peinados impecables y su elegancia para vestir, Fernández ganó las elecciones presidenciales de fines de octubre por una amplia diferencia ante una oposición fragmentada y ahora disfrutará del control del Congreso y de la mayoría de las gobernaciones provinciales.
Con estrechas relaciones con el izquierdista Chávez, Fernández también se enfrentará al desafío de definir cuál será su relación con Estados Unidos, luego de que su marido apostara por un bajo perfil internacional.
La delegación de Washington a la asunción de Fernández está conformada por funcionarios de bajo rango, en una señal del distanciamiento existente con Buenos Aires.
Por el contrario, los principales países de la región están representados por sus presidentes, muchos de los cuales tienen una cargada agenda de reuniones bilaterales para su estadía en Buenos Aires.
El lunes, el mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se encontró con su par colombiano Alvaro Uribe para ratificarle su voluntad para ayudar en las negociaciones que ayuden a la liberación de un grupo de rehenes en manos de las FARC.
La situación humanitaria de los secuestrados en Colombia, condensada en la figura de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, que lleva seis años en manos de sus captores, se ha convertido en un asunto regional que llevó a muchos mandatarios a reclamar por su liberación.
(Reporte de César Illiano, Escrita por Alejandro Lifschitz, Editada por Lucila Sigal)