En la vida comunitaria y religiosa del pueblo judío desde los tiempos bíblicos, la danza ha sido considerada como una expresión de alegría o de pena, y hoy es parte integral de las celebraciones religiosas, nacionales, comunitarias y familiares. La danza contemporánea en el país se ha desarrollado en dos direcciones: expansión del género de la danza folklórica que acompañó a los primeros pobladores en la reconstrucción de su antigua patria y el establecimiento de una danza artística.
El responsable del área de cultura, Maximiliano Drzazga, concedió la entrevista a Rosarinos.com con evidente alegría y entusiasmo por el regreso: «la novedad más importante es, obviamente, que volvimos con un stand completo, ya que veníamos participando sólo de las presentaciones en el Escenario Mayor con los bailes. De todas maneras no lo hacíamos desde el 2003, cuando se cumplieron 100 años de la Asociación Israelita. En ese entonces la Municipalidad nos prestó uno de los galpones del puerto y se montó una muestra sobre la inmigración y las colonias judías». «Este año conformamos un grupo de diez jóvenes aproximadamente, y nos encargamos de la organización del stand», recalcó.
En cuanto a las danzas, «tenemos un cuerpo de baile estable llamado Bimjolot, formado por jóvenes de 18 a 25 años, que se presenta todos los días en el escenario del stand. Los números que realizan son parte de nuestro rikudim, es decir las danzas tradicionales israelíes. Este grupo hace 25 años que existe, y ha participado de los 23 Encuentros de Colectividades», indicó.
Hablando de la organización de la carpa, describió: «En este sector armamos una muestra cultural, que incluye los trajes típicos, una reseña sobre el rikudim (danzas típicas), otra sobre el shabat (sábado judío) y la ceremonia religiosa que lo comprende, una vitrina donde pueden adquirirse libros, una parte de artesanías y finalmente paneles con la historia de la comunidad judía en el país». «Lo especial de nuestra colectividad es que nuestros abuelos vinieron de varios países diferentes, tanto de Europa como de Medio Oriente, y eso se ve reflejado en la cultura y en la gastronomía. Tenemos una fusión entre cultura oriental y europea en todos los aspectos», destacó.
Subrayando esta característica de la cultura hebraica, Drzazga dijo: «Tratamos de mostrarle a la gente la riqueza y variedad de nuestra cultura, y por eso estamos organizando clases de cocina, proponiendo charlas, trayendo escritores como Jack Beloniel y Silvia Plager a presentar sus libros, y actividades de ese tipo. La intención es, más allá del stand gastronómico o cultural, traer personas que hablen para que el que nos visite pueda conocer a través de ellos un poco más de nuestra cultura».
A modo de dato curioso, el responsable del stand de cultura relató: «Hay una nueva moda entre los israelíes que consiste en visitar Sudamérica, generalmente después del servicio militar. En este último fin de semana hemos recibido visitas de muchos que están paseando y se encuentran con el stand, y se muestran muy sorprendidos por encontrar banderas de Israel y la música en hebreo. Hemos hablado con varios y están muy contentos, nosotros también obviamente, de recibirlos acá». «Hay mucha gente preguntando por la cultura judía, y eso nos da ganas de seguir creciendo y mostrando la cultura de nuestra colectividad. Estamos muy agradecidos por como nos recibieron en nuestra vuelta. Invitamos a todos a seguir acercándose y hacer de esta una fiesta para todos», finalizó.
Por: Nicolás Maggi