«Nos impulsa el entusiasmo de la gente de nuestra colectividad y también de los hermanos argentinos», aseguró a rosarinos.com Sindulfo Palma, presidente de la Casa Paraguaya, en el medio de un mar de gente que visitaba este stand.
Este año el Stand paraguayo contó nuevamente con sus comidas típicas, como Sopa Paraguaya, la Chipa, Chipa Cabure, entre otras y una parte cultural con sus artesanías y libros de escritores natales. Además un imponente escenario, por el cuál pasaron músicos de talla, el cuerpo de baile de la Casa Paraguaya y de otras colectividades invitadas.
Natalicia Ramírez de Amarilla es la encargada del stand cultural de Paraguay, lleno de colores y formas autóctonas, que van desde el cuero al mimbre.
«La artesanía paraguaya es única», según Natalicia, que vino desde Paraguay exclusivamente para participar en la Feria de Colectividades.
Pantallas, mates en cuero, canastos, vestimenta, son algunas de las tantas cosas que pueden encontrar en el stand, la mayoría traídas directamente desde Paraguay.
«Quiero agradecerle a nuestra hermana Argentina, la sentimos hermana mayor, nosotros somos herma chica pero mimada», expresó emocionada Natalicia.
En el stand de la Casa Paraguaya, hablamos con Noemí Recalde, la profesora del cuerpo de baile, una paraguaya que vive en Argentina hace tres años.
Noemí nos contó sobre las danzas que prepararon para colectividades, «danzas de inspiración folclórica y danzas tradicionales». Entre las tradicionales, El Cazador, la Palomita, el Solito, la Danza de la Botella, la Danza del Cántaro, «llamada antiguamente Cambuchi Jeroky».
«En las vestimentas este año traemos mucho nuestros tejidos», nos explicó la joven, como el «Encaje Ju en la falda», el traje de «Ñandutí», con apliques de Ñandutí de varios colores. Aunque el más tradicional, «que usaban las mujeres antiguamente», es la falda amplia floreada con camisa blanca y bordados en negro.