Irene Dumrauf: «La angustiante cifra de muertes por accidente de tránsito en nuestro país es una triste realidad que no queremos ni debemos ocultar»… LA CULTURA DE LA FATALIDAD POR LA CULTURA DE LA PREVENCIÓN
Irene Dumrauf
La angustiante cifra de muertes por accidente de tránsito en nuestro país es una triste realidad que no queremos ni debemos ocultar, menos aun minimizarla o evadirla, estos datos nos colocan en el primer puesto del ranking mundial y nos lleva a plantear y concluir que en cualquier momento alguno de nuestros hijos, padres, o amigos, puede integrar esa luctuosa cifra de victimas.
Las historias de vida que hay detrás de las estadísticas nos duelen… pero lamentablemente se olvidan fácilmente, y siguen existiendo en nuestro país y en nuestra provincia, familias sumidas en la angustia por la pérdida irreparable de sus seres queridos o por las secuelas que estos accidentes dejan.
Aplaudo la iniciativa del Defensor del Pueblo de la Nación de promover un Plan Integral de Seguridad Vial, por que ello significaría por fin la toma de decisión por parte del estado para trabajar seria y responsablemente en la definición de políticas publicas. Por experiencia personal, por el trabajo realizado en la función pública, sé que no hay soluciones mágicas para revertir la alta siniestralidad, es así que desde el año 1997, he repetido hasta el cansancio la necesidad de trabajar en tres ejes fundamentales:
1- La Ingeniería: mejoramiento de la Redes Viales provinciales y nacionales.
2-La Educación Vial: Debemos lograr la toma de conciencia vial a través de la Educación Sistemática, Asistemática (no formal) y Parasistemática. En el primer caso, implica el tema en la currícula del sistema educativo, esta es de las tres la más importante ya que con ella lograremos que las futuras generaciones tengan una conciencia vial respetuosa de las normas de tránsito que conllevara a que desarrollen actitudes, conductas, y hábitos seguros, responsables y solidarios para el cuidado y respeto de la propia vida y la de los demás, en el espacio compartido de la vía publica. Con la Asistemática, se busca impulsar campañas publicitarias masivas y/o eventos de distinta naturaleza que, tras este objetivo, cuente con la participación activa de los distintos sectores del quehacer ciudadano. Y la Parasistemática complementa las dos anteriores, y esta destinada a grupos secundarios predeterminados, por ejemplo los conductores de vehículos, que deben ser rigurosamente capacitados como condición necesaria para habilitarlos a la obtención del carné de conductor.
3- Legislación y Poder de Policía: la Ley es importante pero sin controles eficaces y sanciones, no habrá nunca transito ordenado ni seguridad vial. Los controles constantes, continuos, incorruptibles, sin excepciones ni privilegios, permitirán finalmente lograr el cambio de conductas transgresoras.
Lo fundamental es dejar de lado la declamación y que cada uno desde su lugar busque cambiar la realidad del tránsito y sus gravísimas consecuencias.
Es indudable que el trabajo que venimos realizando desde mediados de los noventa hasta la fecha, a través de las diferentes jornadas impulsadas en el tema vial, tanto en el área metropolitana como en el resto de la Provincia, ha dado algunos resultados positivos (por ejemplo la sanción de normas como la pena sustitutiva, la alcoholemia, retención preventiva del carné de conductor etc.) pero aún resta muchísimo por hacer, lo cierto es que a partir de los planteos efectuados por el Defensor del Pueblo, afianzamos la idea de que no estamos equivocados en el abordaje de aspectos medulares del tema y que en general hay coincidencias en las diferentes alternativas. Lo que debemos lograr es una fuerte voluntad social para seguir trabajando juntos, porque sólo entre todos lograremos cambiar la Cultura de la fatalidad por la Cultura de la Prevención.