Por Julio Ramírez
Los hombres generalmente solemos decir:»En casa, yo soy el que tiene la ultima palabra,¡¡Si Querida!! Bromas con trasfondo machistas al margen ahora la frase es oficial… Los hombres generalmente solemos decir:
«En casa, yo soy el que tiene la última palabra, ¡¡ Si Querida !!
Bromas con trasfondo machista al margen,…
ahora la frase es oficial…
Por Julio Ramírez (Periódico El Soberano)
La amplia victoria obtenida por Cristina, (Fernández de Kirchner) legitima lo que siempre se dijo entre bambalinas, «…En Olivos, el que manda es el y en la Rosada, la que manda es ella»…Cuando el rió suena, algo trae. Más allá de las situaciones de alcoba, hoy gran parte del pueblo argentino quiere que una mujer nos gobierne.
Si hiciéramos la sumatoria del 44% de Cristina y el 23% de Lilita Carrió, superamos el 67 % de los argentinos se inclinaron por una mujer a nivel nacional.
Serán los sociólogos y no los encuestologos, quienes dirán el porque de este vuelco, después de la triste experiencia con Isabel Martínez de Perón.
Muchos podrán decir que ni física ni intelectualmente, se parecen Cristina a Isabel y es cierto. Tampoco podemos compararla con Lilita (ahora mas delgada y casi tan fashion como Cristina) O como la que asoma en el radicalismo Margarita Stolbizer.
Apariencias mas o menos, aquí de lo que se trata, es de una gran desconfianza en el genero (Como se encargo de destacar Cristina en su primer discurso) La responsabilidad del genero. Evidentemente los hombres fuimos perdiendo credibilidad, como personas y especialmente como políticos.
Tantos fueron los del sexo masculino quienes mancillaron las buenas intenciones partidarias, que lamentablemente la «Política» paso a ser mala palabra.
Cuando en realidad si leemos bien la historia pasada y reciente veremos que finalmente los que hicieron mal las cosas, terminaron más solo que Adán en el día de la madre.
Claro que hay una segunda línea de dirigentes que se cambian de partido político como de camisas. Son los mismos apellidos, que por otra parte quedan de generación en generación, pues las cabezas visibles se van diluyendo con el tiempo, y ellos siguen como las aves carroñeras, depredando a la victima, es decir al país, es decir a nosotros.
Volviendo a la diferencias de sexo o de genero, pareciera que este es el siglo de la mujer, y también pareciera que siempre tomamos a la mujer por un lado y a los hombres por otro.
La discusión creo a esta altura de la humanidad ya no tiene razón de ser. Primero porque definitivamente somos diferentes, y segundo porque ambos, tanto hombres como mujeres vivimos en el mismo planeta, y lo que debiéramos ajustar, es la convivencia entre géneros.
Por gracia divina la mujer existe, es bella, suave y dulce (como mi madre, mis hijas y mi mujer). No todo es color de rosas, tienen lo suyo, como lo tenemos nosotros los hombres.
Que en apariencia somos fuertes, luchadores y aguerridos (pero como el oso, cuando mas feo mas hermoso).
Dejo la filosofía urbana para otra oportunidad y retomo el análisis político de lo que vendrá sin hacer futurología. Ella deberá saber mejor que el, que la papa esta cara, que bajo el tomate, pero para que no vuelva a subir hay que ajustar muchas cosas con los productores.
También deberá saber y entender, como ama de casa, que si se corta la energía eléctrica se pierde todo lo que hay en la heladera, tanto familiar como comercial. También se supone que como es madre, mandar a los hijos a la escuela, cuesta mucho, los establecimientos, están decadente (vidrios rotos, baños obsoletos etc) Como es una mujer actual lee los diarios y ve televisión (por lo menos a Tinelli y a Beto Casella los conoce) sabrá que la falta de seguridad es un problema endémico. Que la justicia es lenta y entonces no es justicia y que la salud pasa por hacer una larga fila en cualquier hospital a las tres de la mañana, conseguir un turno y no poder operase pues tienen todas las fechas tomadas.
Hoy ella sabe cuantos son los argentinos (ambos sexos) que la votaron, como también cuantos piensan igual o parecido a Carrió, Lavagna, Rodríguez Saá, Jorge Sobich, Pino Solanas, o López Murphy etc.
Le deseo a la Sra. Fernández de Kirchner éxito en la gestión, pues será también el éxito de los argentinos.
Que le sirva su intuición de mujer para no rodearse de las aves de rapiña y que no se olvide que llego de la mano de un hombre, ¡Su Marido!