Los consumidores que desconocen la norma pierden dinero en locutorios, kioscos y otros comercios sin protestar. Con ese monto podrían usar unos 245 pulsos telefónicos al año Kioscos, almacenes, centros de pagos de servicios, locutorios y hasta supermercados se quedan, día a día, con dinero de sus clientes, en una maniobra no sólo inmoral sino también ilegal.
El redondeo, esa cuenta fácil que se usa en la vida cotidiana para las transacciones comerciales, puede costarle a un usuario promedio un par de zapatillas de marca en un lustro.
¿Cómo es el cuento? Un consumidor promedio, con empleo, pierde unos cuantos pesos al año en sus compras por desconocer el uso del redondeo.
Así, cada usuario desinformado sobre la ley que lo protege, deja que le «roben» en los comercios, donde en vez de darle vuelto en monedas le dan caramelos, chicles o un simple «se lo debo».
Por otro lado, es aún más grave el caso de los comerciantes que se quedan con el vuelto, al efectuar un cobro por demás a ojos vista.
Así, mucha gente desconoce que cuando compra un artículo que vale, por caso, $4,97 y paga con un billete de $5, debería reclamar los 3 centavos. En su defecto, si el comerciante no tiene cambio, el precio final deberá ser rebajado a $4,95.
Una pequeña fortuna
El 22 de Diciembre de 2004 se publicó la ley 25.954, modificatoria de la ya reglamentada norma de Lealtad Comercial. Según la ley, las diferencias menores a cinco centavos en transacciones comerciales deben darse a favor del consumidor.
Así, un usuario cuya compra en un almacén es de 0,98 centavos y paga con una moneda de un peso deberá recibir cinco centavos de regreso, si es que el comerciante no tiene cambio.
No deberían cobrarle un peso, sino 0,95, puesto que la letra de la ley defiende al consumidor.
«Siempre se redondeaba a favor del comerciante», afirma Sandra González, titular de Adecua, una ONG de defensa de los consumidores.
«Uno de los lugares donde hay más problemas son los locutorios. No dan vuelto y tampoco lo tributan», señala González y opina que estos comercios deberían estar controlados, además de la AFIP, por las empresas licenciatarias.
Según explica la titular de Adecua, el consumidor debe pedir el vuelto y no aceptar, a otros artículos. La especialista estima que a fin de año «son muchos centavos».
Infobae.com hizo un estimativo sobre lo que un consumidor promedio, económicamente activo de la Capital Federal, pierde por no saber pedir el vuelto. El cálculo está basado en compras diarias a precios actualizados.
Pagos/compras | Saldo final | Redondeo del comerciante | Le roban |
Pago de servicio pub. | 16,33 | 16,35 | 0,02 |
Llamada de locutorio | 0,57 | 0,60 | 0,03 |
Supermercado | 81,98 | 82 | 0,02 |
Como resultado, cada usuario pierde casi 27 pesos al año por el redondeo a favor del comerciante. Si bien la cifra no resulta exagerada ni es un monto gigantesco, significa que el consumidor se pierde de obtener:
-Unos 45 alfajores Jorgito
-Cerca de 108 turrones
-Más de 120 pulsos de llamadas locales de un locutorio, lo que representan unas 60 llamadas urbanas de tarifa normal de dos minutos cada una.
«Tendría que haber carteles en los comercios, porque es un derecho que se desconoce. Y lo que se desconoce, no se reclama», apunta González.
Cómo evitar esta situación
«El consumidor debe pedir el vuelto y el redondeo a su favor», manifiesta Sandra González. Desde la Secretaría de Defensa del Consumidor aseguraron que esta es la conducta necesaria para evitar perder centavos.
Si el comerciante le contesta «no tengo cambio», no acepte artículos que no desea en su reemplazo. Pida monedas: en el país hay actualmente más de 406 millones de monedas de 1 centavo en circulación, según un comunicado del Banco Central.
Si bien es cierto que la emisión monetaria no garantiza la circulación, es derecho del consumidor pedir su vuelto y también es un derecho del comerciante a exigirle a los bancos que le entreguen monedas pequeñas.
Asimismo, la entidad aseguró que este mes comenzarían a circular otros 214 millones de monedas de 10 centavos en el mercado.
Por último, hágale saber a su comerciante que la ley está a su favor. Puede conseguir la norma completa por Internet, en el sitio web de la Subsecretaría de Defensa del Consumidor o en las asociaciones de consumidores como Adecua y Adelco.
Fuente: Infobae – Denise González Eguilior