Horacio Ríos es el mentor y coordinador general de todo este 12º Festival Latinoamericano de video. Horacio Ríos es el mentor y coordinador general de todo este mega festival. Tarea para nada fácil y sumamente desgastadora ya que durante los diez días que dura el FESTIVAL él está siempre dispuesto a atender los sin números de deslices imprevistos y reclamos demandados. Y lo hace con una sonrisa tan fresca que da gusto verlo operar en esta tarea “impuesta”.. porque en el fondo “extraño producir pero como soy el que presentó el proyecto me toca coordinar el Festival”.
Por Anabel Donnet especial para Rosarinos.com
¿Cómo es esto de que cumplen 14 años pero este es el Decimosegundo Festival?
Ah, lo que pasa es que yo presenté el proyecto hace ya 14 años por eso en realidad este debería ser el festival número 13 pero como en el año 96 no se pudo hacer quedamos estamos un año atrasado.
¿Y por qué no se pudo hacer?
No se hizo porque, supuestamente, no se pudo girar el subsidio que siempre da el Instituto de Cine. En el 95 estaba de presidente Marvis y él fue quien impidió que se pudiera hacer el festival en el 96. Además nos hizo francamente “pelotas” porque tuvimos que pagar unas deudas que nosotros desconocíamos. Pero como la Municipalidad de Rosario ya había puesto su partida, hicimos lo que pudimos: exhibiciones, muestras de películas nuestras. Por suerte en el 97 retomamos y salió todo bien.
¿Cómo se te ocurrió, entonces, armar este festival hace 14 años atrás?
Bueno, yo fui a la Escuela de Cine y soy realizador audiovisual y con una amigo de Buenos Aires, Emilio Carlos Díaz, nos contactamos (porque él estaba en aquel momento dando Cátedra en una escuela de cine) y yo estaba dando clases aquí en Rosario. Ambos habíamos viajado, yo a México y él a Perú, y nos encontramos con otro compañero del Uruguay. Entonces, charlando de la producción que habíamos visto en esos países pensamos que era necesario tener un espacio propio en Rosario que diera cuenta de lo que se filmaba aquí. Lo que vimos, hay que reconocerlo, era mucho más chico a este Festival tanto por los videos presentados como a la cantidad de espectadores con la que contábamos inicialmente .
¿Por qué Rosario?
Porque en Buenos Aires se hubiese perdido y dilapidado entre todas las otras mega ofertas que hay. Acá estaba sólido el proyecto, la secretaría de Cultura nos daba un fuerte apoyo y el proyecto de contar con una videoteca pública y gratuita también influyó para que la propuesta sea rápidamente aceptada. Esto es lo que ahora se conoce como el Centro Audiovisual (CAR). De allí que el Festival no es una eventualidad, es más nosotros decimos que el año nuestro empieza en Octubre porque a partir de este mes tenemos que estar catalogando los videos que se presentan en otros festivales. Además hacemos muestras itinerantes, funciones para chicos, geriátricos y cualquier otra institución que requiera de nuestros servicios.
¿Qué respuesta hay por parte de los otros países latinoamericanos?
El Festival tiene mucha repercusión afuera. Tiene muestras permanentes en México, Uruguay, Perú, Bolivia y también en Francia y en Italia a donde todos los años mandamos una muestra de lo que fue el festival. También hay una buena repercusión a nivel local. En pocas ciudades se puede hacer un festival durante 10 días.
¿Notás diferencias reales entre la producción brasilera y la del resto de los países latinoamericanos?
Yo más bien diría Brasil, Argentina y México. Estos tres son los países que tienen más antecedentes de industrias cinematográficas, de realizadores independientes y cuenta con el apoyo de Institutos de cine mucho más antiguos. Porque hasta hace pocos años ni Bolivia, ni Perú tenían Institutos de cine fuertes. Yo creo que ahora está mucho más uniformado todo, la tecnología igualó muchísimo las posibilidades… Aunque tampoco quiere decir que porque tengas tecnología vas a tener contenido. Pero esto de las posibilidades permite que haya un relato fidedigno que pueda representar las identidades de cada lugar y eso está muy bueno porque logramos dar una representación de lo que es el panorama actual de Latinoamérica.
¿Cómo surge la idea de ir agregándole distintos anexos a la idea original de la competencia?
Son pequeñas ocurrencias o recursos para llamar la atención a otros públicos que no sean sólo los audiovisuales. Esto es algo importantísimo porque si nosotros hubiésemos dependido sólo de la Escuela de cine o de la universidad estaríamos perdidos. Por suerte eso con el tiempo lo hemos revertido: vienen muchos estudiantes de psicología, de política, de diseño, de publicidad, de periodismo. Todo apunta a generar un público cada vez más masivo y participativo
¿De ahí la instancia de darle votos al público?
El voto del público para mí es un antecedente importantísimo. Debe ser uno de los pocos festivales en donde la gente no sólo vota sino que atrás te escribe lo que piensa. Opinan de las películas, del Foro, de las mesas de debates. Creo que eso tiene que ver porque nosotros acostumbramos al público y le supimos decir por qué este era el método desde el cual queríamos trabajar.
¿Qué es lo nuevo en el Festival del 2005?
El foro de ficción que es una cosa pendiente desde hace tiempo, porque hemos tenido de documentalistas, de animadores, pero nunca de ficción. Hay mucha gente que está gestando proyectos interesantísimos pero no tienen espacios donde mostrarlos por eso nosotros tratamos de brindarles esa oportunidad.
Te hago una pregunta como productor más que como coordinador del Festival, ¿cuál creés vos que es el nuevo rol de la imagen?
Yo creo que esta es una cuestión generacional. La imagen y la relación que nosotros tenemos para con ella se fue configurando de otra manera. Los efectos de estos cambios son generacionales por la aceptación que todos tienen de esta nueva manera de comunicarse y de transmitir mensajes . Aparecieron los videos clip, después el video arte, la animación y una infinidad de alternativas con las cuales más o menos fuimos madurando todos juntos. En otra época era impensado creer que tu vecino podía ganar el festival… ahora ya no pasa lo mismo. Hay mucho más respeto por la creación y por los nuevos códigos que fueron apareciendo. Ojalá terminemos con esto de que el reconocimiento sólo pasa por Buenos Aires para darle la legitimidad que se merece la gente que produce dentro de nuestra propia tribu.
¿De allí la lógica de que los cortos rosarinos no pasan por ningún tamiz?
No. Lo que nosotros creímos es que sería muy interesante premiar directamente a las producciones rosarinas. Pero ojo, los rosarinos también pasaron por la preselección, hay 20 que pasaron y 40 que no. Por eso hicimos una muestra paralela sin dejarlos de lado.
¿Cuáles son los objetivos del jurado?
Mirá, son bastante raros. Depende de la particularidad por la cual los elegimos: idoneidad, experiencia, aptitud. Hay gente que viene del documental, otros que son videoartistas, o son animadores, o gente que viene de la TV. Este año están Salamena Juan Pablo, Silvina Hoyos (que es de Colombia) y un uruguayo del cual no recuerdo el nombre. Son ellos los que generan la discusión interna…
¿Y el público en general tiene acceso a lo que ellos discuten?
…No sería muy engorroso porque hay veces que miran una película y lo discuten durante 4 horas. Ellos ya tienen su posibilidad de votar y tienen que aprovecharlo.