En uno de los hechos, un hombre casi pierde el pene. En el otro, una médica no pudo separarse de su amante tras el uso de una crema
En uno de los hechos, un hombre casi pierde el pene. En el otro, una médica no pudo separarse de su amante tras el uso de una crema.
Miles de personas comentaron el incidente de los dos camioneros en la ruta cercana a Puerto Quequén en Necocochea. Pero no fueron los únicos en acabar una intensa relación sexual en la guardia de un hospital.
Según publicó el diario “El Liberal”, ssí como dos camioneros adquirieron notoriedad nacional al entregarse a una noche de pasión gay, y sus inclinaciones quedaron delatadas al quedar “abotonados”, meses atrás un vecino del barrio Villa del Carmen también movilizó a los médicos del Hospital Regional.
La increíble historia fue protagonizada por un hombre de entre 45 y 50 años. Según los testimonios, éste mantenía una aventura con una joven que oscilaba entre los 30 y 35.
Cansada de la rutina y del sexo convencional, un buen día la señorita le sugirió al amante colocarse una especie de anillo en el pene.
El cometido tenía un claro objetivo. Habitualmente llamado ring (inglés), el anillo es un juguete sexual que se coloca alrededor del órgano masculino.
Según los expertos, el “instrumento” contribuye a mantener una erección en un tiempo más largo.
Entusiasmado por la audacia de su amante, el sujeto buscó en su depósito y apenas descubrió una argolla de acero decidió usarla como “chiche” sexual.
Pero la argolla de acero inflamó la zona; la pasión decantó en urgencia y ésta se trasladó al Hospital Regional. Allí, los médicos debieron trabajar, porque el temor era lógico.
Recién cuando los profesionales retiraron el acero, el hombre respiró aliviado.
Otro caso fue el de una médica que años atrás terminó en urgencias. Se sabe que acordó mantener relaciones con el amante y que éste se había colocado una crema especial en su órgano.
Durante el acto, el hombre habría experimentado una reacción alérgica, por la cual terminó también “abotonado” con su amante.
Imposibilitados de revertir semejante trance, pidieron ayuda y en esa posición incómoda, sin lograr ser separados, habrían terminaron auxiliados por médicos en el Hospital Regional