Finalmente el municipio de esta ciudad aceptó incorporar en forma escalonada a los trabajadores que cobraban mediante subsidios y habían reclamado su incorporación ante el Ministerio de Trabajo de Santa Fe
Finalmente el municipio de esta ciudad aceptó incorporar en forma escalonada a los trabajadores que cobraban mediante subsidios y habían reclamado su incorporación ante el Ministerio de Trabajo de Santa Fe.
Finalmente el municipio de esta ciudad aceptó incorporar en forma escalonada a los trabajadores que cobraban mediante subsidios y habían reclamado su incorporación ante el Ministerio de Trabajo de Santa Fe. El acuerdo se alcanzó en una reunión que se prolongó hasta pasado el mediodía de ayer en la sede rosarina de la cartera laboral y que fue convocada por este organismo ante el inminente inicio de medidas de fuerza por parte del Sindicato Municipal.
Con la presencia del intendente Mario Montizanti, miembros de su gabinete, el Sindicato Municipal y una representación de los trabajadores subsidiados se llevó a cabo el encuentro que devino en el acuerdo.
Lo plasmado en el acto es la incorporación de tres empleados a partir del 1º de julio y luego dos por mes en forma escalonada en base a la antigüedad, hasta llegar a los veintinueve que se mantuvieron firmes en el reclamo de incorporación. Los contratos implican obra social, aportes previsionales y el sueldo de la categoría ocho del escalafón municipal, lo que cambia sustancialmente la situación de precarización que mantenían hasta ahora.
Por otra parte, quienes queden en la lista de espera serán asegurados por el municipio bermudense y además verán reducida su carga horaria de ocho a seis horas diarias en la jornada laboral.
De alguna manera, la incorporación de estos trabajadores a planta permanente implica una aceptación por parte del municipio de su condición de trabajadores, la que se pretendió negar al comienzo del conflicto.
Precisamente, un atraso en los pagos de los subsidios y algunas promesas de pase a planta permanente hechas durante la campaña electoral fueron el disparador para que saliera a la superficie una situación que se remonta a mucho tiempo atrás y que según datos que la propia Festram le acercó al ministro Julio Genesini, no es patrimonio exclusivo de Capitán Bermúdez.
Subsidio. Sin embargo, fue en esta ciudad donde estalló esta situación y tomó estado público que un número importante de personas realiza tareas inherentes al quehacer municipal recibiendo como pago un subsidio inferior a los sueldos de los empleados.
Esto trajo a la luz otros temas no menos preocupantes como la falta de ropa de trabajo, obra social, vacaciones, antigüedad y otros temas que dejaron expuesta una situación de precarización con el agravante que era fomentada desde el Estado. "Estamos conformes. Este era un tema que se debía solucionar y se resolvió con diálogo y no con conflicto", dijo tras la reunión Jesús Monzón, secretario de los municipales de Bermúdez.
En la tercera reunión en el Ministerio se llegó a un acuerdo que evitó un conflicto que amenazaba con volverse muy duro para la ciudad.
Por Marcelo Abram / La Capital