El ex legislador asume este Lunes 11 al frente de una de las carteras más complicadas del gabinete. Desde el gobierno confían en el perfil político del ex diputado, un dirigente histórico del PS. Prometió que…
El ex legislador del Partido Socialista asume este lunes al frente de una de las carteras más complicadas del gabinete. Desde el gobierno confían en el perfil político del ex diputado, un dirigente histórico del PS. Dijo que mantendrá "las líneas directrices fijadas por el gobernador" Antonio Bonfatti. Y prometió que va a "respetar el equipo de trabajo" que dejó Leandro Corti.
Este lunes a las 10 asumirá al frente del Ministerio de Seguridad el diputado socialista Raúl Lamberto, el hombre elegido por el gobernador Antonio Bonfatti para hacerse cargo del área más complicada del gabinete. El ex legislador –cuya banca ocupará Ariel Bermúdez, presidente de la Coalición Cívica Santa Fe, de escaso perfil– estará al frente de la cartera que hasta el martes pasado estaba en manos de Leandro Corti, un jurista santafesino de pasado radical, que le dio un alto perfil a su gestión con cambios estructurales en la policía tendientes a reordenar el funcionamiento de la fuerza, que había quedado a la "deriva" –según una valoración del ex funcionario– tras la asunción de Álvaro Gaviola –hoy titular de la Lotería de Sante Fe– en reemplazo de Daniel Cuenca.
Lamberto es un militante histórico del PS, que hace mucho que aspiraba a ese puesto, aunque no en las condiciones en que asumirá tras la "torpeza" política (así se interpretó su decisión) que cometió Corti al recomendar que el partido entre Patronato y Central –este lunes a las 15 en el Cementerio de los Elefantes– no se jugara en Santa Fe. Pero Corti no dejó el cargo por un partido de fútbol sino por "no consultar" y "tomar una decisión apresurada" que –según la visión del propio gobierno– puso en aprietos a la administración del Frente Progresista.
Lamberto podrá cometer otros errores, pero no de ese estilo. Y este es uno de los atributos de mínima que lo llevaron a asumir en ese cargo. El perfil dinámico y técnico que le había impuesto Corti a su gestión cambiará a partir del lunes. Lamberto es un dirigente clásico del PS, con un semblante sólido pero austero, que no está obligado a mostrar con ansiedad logros inmediatos, salvo la interacción en alguna crisis.
La noticia de la designación de Lamberto tuvo lugar el sábado por la tarde. Y desde entonces el hombre que dejará vacante la jefatura del socialismo en Diputados se ha limitado a repetir que mantendrá “las líneas directrices fijadas por el gobernador, que son de extrema prioridad, y respetará íntegramente el equipo formado” por su antecesor. Seguirán en sus cargos “aquellos que nos quieran acompañar”.
En declaraciones radiales, dijo sobre su experiencia en materia de Seguridad: “Tantos años de secretario de Gobierno de la Municipalidad de Rosario (de 1989 a 1993) lo obligan a uno a adentrarse en materia de seguridad; siempre integré las comisiones de seguridad y justicia en la Alianza Santafesina, en el Cemupro y en las instancias partidarias en que se debatió la cuestión. En la Legislatura participé en la discusión de las iniciativas vinculadas a la seguridad, tal el caso de Isep, reforma del Escalafón Policial, el Código Procesal Penal, entre otras cuestiones”. Como casi todos los dirigentes políticos relevantes de la provincia, Lamberto tiene una cuenta de Twitter. Lo usó por última vez para saludar a los periodistas en su día, hace tres días.
El desafío de gobernar a la Policía
El máximo desafío que tendrá Lamberto, como lo tuvo su antecesor, será gobernar a un poder autónomo como es la policía, que es quien administra el delito actualmente. A su manera, Corti se metió en ese espinado terreno. A principios de abril firmó las resoluciones 660, 661 y 662 y desplazó a 69 jefes y subjefes de la Unidad Regional II. La instrucción primordial, casi de emergencia, que recibió Walter Miranda, actual jefe de la URII, fue ordenar la Policía de Rosario.
El desorden que se pretendía revertir se traduce en hechos de público conocimiento: la tasa de homicidios que se disparó en 2011; los niveles de enfrentamientos entre bandas en un puñado de barrios que pintan como territorios tomados –como dejó a trasluz el triple crimen de Villa Moreno– pero a la vez en disputa entre esas organizaciones delictivas, y mayor cantidad de denuncias informales de referentes de la sociedad civil sobre recaudación ilegal.
Otra apuesta de Corti fue acumular poder en el Ministerio de Seguridad y extirpar de las manos de los jefes policiales áreas claves. Por medio del decreto provincial Nº 1369 esa cartera pasó a tener control directo de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE), la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones (ex Drogas Peligrosas) y la Dirección para la Prevención de Trata de personas. En esos cambios el comisario general, Cristian Sola, ex jefe de TOE y de la URII, actual subjefe de la Policía provincial, quedó al frente de la ex Drogas Peligrosas.
Diario Cruz del Sur