La empresa Patagonia Bioenergía planea tender cañerías industriales por barrios de San Lorenzo y Fray Luis Beltrán, incluso una para volcar residuos al río Paraná
La empresa Patagonia Bioenergía quiere tender cañería industrial por barrios de San Lorenzo y Fray Luis Beltrán incluso una para volcar residuos al río Paraná
Son ductos de biodiesel, aceite, fibra óptica, agua y desagüe para conectarse al puerto de Vicentin y de Molinos, volcando efluentes al Río Paraná en Beltrán cerca de la toma de agua potable.
El trazado evita las complicaciones de una obra que afectaría el tránsito pesado si pasara por AO12 y Cittadini, optando por utilizar los terrenos de Molinos (contornea la playa de camiones lindera a Bº Morando, y lonja que cruza Bº Rivadavia, junto a viviendas), y de paso ahorran en el pago de derecho de uso del dominio público.
El desagüe acompaña el ya existente de Molinos, pasa por 4 cuadras del Barrio 2 de Abril y 9 cuadras del Barrio Retiro en Beltrán.
La solicitud fue enviada al Concejo por el Ejecutivo (proyecto de ordenanza adjunto), muy preocupado en evitar cualquier responsabilidad municipal por eventuales daños y perjuicios a la comunidad, que puedan ocasionar la obra y su mantenimiento futuro.
A los vecinos de los barrios afectados resta optar entre la resignación y la resistencia. Lo habitual es la resignación, en una ciudad acostumbrada al riesgo (poliducto de hidrocarburos bajo placitas de juegos infantiles, gasoductos industriales bajo calles barriales, incendios y explosiones de celdas, escapes de gases, etc.), una manchita más al tigre, ¿a quién le importa?
Patagonia Bioenergía obtuvo el uso industrial de su terreno en el 2008. Sabía que se ubicaba sobre el acuífero Puelche, donde se extrae el agua que bebemos. Sabía que no le estaba permitido captar agua para uso industrial, que deberían traerla del río, tratar sus efluentes y devolverlos al río, pasando la toma de agua de Beltrán.
Sabía que el aceite que usan está en el puerto y que su producción de biodiesel volvería al puerto. Pero también conocía la histórica resignación de la ciudad a su destino “industrial”, donde la calidad de vida ciudadana suele ceder frente a la conveniencia empresaria.
Actualmente, dicen, todo ese transporte es hecho en camiones, lo que limita su producción, así que “naturalmente” los barrios deben aceptar más riesgos y favorecer el “progreso”.
La resistencia queda para los que soñamos vivir en una ciudad que priorice las necesidades de sus habitantes, y no las de empresas que lamentablemente consiguieron instalarse en pleno ejido urbano, imponiendo la convivencia forzosa entre los intereses de mega complejos industriales y barrios residenciales.
Asumimos el costo por nuestra resistencia tardía, y mucho nos llevará intentar mitigar o reparar el daño ya hecho, pero por favor, ¡no sigamos ampliando el problema!
Es hora de que las empresas también asuman su responsabilidad y resignen proyectar la ampliación de su producción respetando distancias mínimas prudenciales, lejos de viviendas.
El proyecto es evaluado por la Comisión de Obras Públicas que se reúne los jueves a las 11hs en el Concejo Municipal de San Lorenzo. Los vecinos pueden concurrir, escuchar, preguntar y opinar. La hora es ahora, después será tarde.
Gracias por difundir.
Lilian Uber