La jueza Cristina Pecoraro lo dijo en el marco de la causa que sigue por la denuncia que hizo un grupo de padres a una niña que besaba en los labios a sus hijas. "Estaba influenciada por la televisión", dijo Pecoraro
La jueza Cristina Pecoraro lo dijo en el marco de la causa que sigue por la denuncia que hizo un grupo de padres a una niña que besaba en los labios a sus hijas. "Estaba influenciada por la televisión", dijo Pecoraro.
La jueza Pecoraro aseguró que, sin supervisión adulta, la televisión es nociva para los niños
La jueza de Casilda Cristina Pecoraro desestimó una denuncia de abuso a una niña de 15 años que fue acusada por los padres de sus amigas de "darles besos en la boca y acariciar sus partes pudendas a través de la ropa", porque la conducta de la menor fue influenciada por los contenidos de la televisión.
"Este caso data de un año atrás, la nena ahora tiene 15 años, pero sigue siendo una menor no punible", destacó la magistrada en diálogo con el programa "La que se viene", que se emite por La Ocho. "Vive con la bisabuela desde hace mucho tiempo y esta criatura lo único que hace es ver televisión, dentro y fuera del horario de protección al menor", añadió.
"Los medios de comunicación, no todos, son altamente nocivos para los chicos -enfatizó-. Si no tienen un grande que esté al lado de ellos que les explique, por ejemplo, que diferencia hay entre un gay, un transexual, una mujer a la que le gusta otra mujer, como son las familias ensambladas y los actos sexuales, obviamente, no va a poder asimilar lo que ven en la pantalla".
Pecoraro señaló que, en el caso que le tocó seguir, la niña "no solamente expresaba cariño de esa manera, sino que consideraba que estaba bien. Lo que la niña entiende como expresión de cariño es darse un beso, tocarse, como pasa en la televisión, la nena lo que establece es una repetición de conductas porque no hay nadie que le diga si esto está bien o mal".
La menor, que actualmente tiene 15 años, vive en Arequito, ciudad ubicada a 80 kilómetros de Rosario. Ahí, donde tomó estado público la denuncia, fue "estigmatizada". "Logramos que la nena empezara un tratamiento psicológico pero lo dejó, logramos que vuelva al colegio pero es juzgada por el resto de los compañeros y ella como mecanismo de defensa cuando pasa por un almacén en el pueblo se burla", se lamentó la jueza.
"Yo la causa la tengo que cerrar porque la nena es no punible, pero cerrar la causa penalmente no quiere decir que la causa esté cerrada a nivel social que es lo más importante porque la nena tiene un estigma en el pueblo", explicó Pecoraro. Y remató: "No creo que sea un caso muy particular, no es el primer caso que tenemos y la gente no quiere hacerse cargo".