El deseo de saber qué pasa cuando ruidos extraños taladran lo normal… Situaciones extraordinarias… Sensaciones angustiantes… Una voz que sale desde las vísceras trituradas por el miedo…
Calificación: **½ El deseo de saber qué pasa cuando ruidos extraños taladran lo normal… Situaciones extraordinarias… Sensaciones angustiantes… Una voz que sale desde las vísceras trituradas por el miedo… Si ya lo has sentido no te sirve de nada correr, tarde o temprano tendrás que largar, también, EL GRITO final
Escribe Anabel Donnet
El terror siempre atrajo a determinadas personas: a las que les gusta saltar de sus butacas. Lo raro es que se sacuden aún sabiendo que se viene la parte en que hay que apretar bien los dientes porque algo misterioso está apunto de atacar. Algunos cancheros prefieren cerrar los ojos para no ser testigo de lo horrendo, lo sangriento, lo mortal, pero de nada sirve porque el sonido nos hace aún más partícipe de la monstruosidad que se viene .
La película no es excelente, ni mucho menos. Son los 95 minutos realizados por TAKASHI SHIMIZU para contarnos una historia de fantasmas o algo parecido que acosa a unos inocentes norteamericanos que se creyeron que en ORIENTE era todo yoga, paz y tecnología. Ellos fueron a TOKIO buscando un trabajo mejor o simplemente para realizar un intercambio juvenil, y acabaron siendo las víctimas de una mujer peluda y su hijo.
La historia gira en torno a una casa que quedó embrujada porque allí se han producido dos asesinatos y un posterior suicidio. Y como todo buen oriental el director nos explica la situación desde un lado más bien filosófico: “cuando la muerte llega en medio del dolor la furia queda en el lugar matando a todo lo que toca.”. O sea a nuestros inocentes norteamericanos que alquilan el lugar.
Ya estamos advertidos, pero igual nos asustamos y nos reímos de los nervios o por los clichés de algunas escenas en donde ni siquiera los mismos actores se creen que tienen miedo.
La leyenda se nos va explicando de a poquito. Gota a gota. Como para mantener nuestro deseo de entender un poco por qué pasa lo que pasa. Los tiempos verbales van y vienen (al estilo de PULP FICTION, de Quentin Tarantino) cambiando de espacios y personajes, y como para no destrozar nuestra ingenua esperanza de que alguien tendrá la fuerza suficiente como para exterminar esa telaraña de pelos negros que salen por la pared, por el piso, por todos lados donde se la nombre.
Y… el que busca encuentra… (la muerte). Aunque hay algunos que se percatan del horror y huyen despavoridos, como en la espeluznante escena del ascensor, pero… es imposible no ser alcanzados, ya fuimos advertidos.
Podría haber sido una buena película si no hubiesen sido tan obvias algunas resoluciones. Para mantener en vilo al público lo mejor es mantener la incógnita.
Por eso no sirve de nada contar más. Sólo que hay que ir predispuesto a dejarse arrastrar por un silencio hasta que el sonido convulsione nuestra comodidad de espectador. Porque, como siempre en este tipo de películas, es la música y los ruidos los principales causantes del pánico interno.
Así que –como simple consejo a los hipermiedosos- en vez de cerrar los ojos más vale taparse los oídos. De paso no escuchará ese grito que una vez que ha penetrado el cuerpo no lo dejará en paz.
El grito Título original: The grudge Género: Thriller Dirección:Takashi Shimizu Guión:Takashi Shimizu, Stephen Susco Interpretes: Sarah Michelle Gellar, Jason Behr, William Mapother, Clea Duvall, Kadee Strickland, Grace Zabriskie Fotografía:Lukas Ettlin, Hideo Yamamoto Música: Christopher Young Montaje: Jeff Betancourt Origen: Estados Unidos – Japón (2004) Duración: 91 minutos Calificación: Apta para mayores de 13 años Web: http://www.sonypictures.com/homevideo/thegrudge Horarios: Complejo Monumental 12:45, 14:30, 16:15, 18:00, 19:45, 21:30 y 23:15 hs. Trasnoche: 01:20 hs. |