Por Norma López y Roberto Zukerman: "Ríos de tinta y eternos tiempos televisivos y radiales cada 24 de marzo recordando el golpe militar más sangriento de todos, si es que puede haber una medida para semejante atrocidad"…
Por Norma López y Roberto Zukerman
Ríos de tinta y eternidades de tiempos televisivos y radiales, corren ante nuestra mirada cada 24 de marzo en conmemoración del último golpe militar. El más sangriento de todos, si es que puede haber una medida para semejante atrocidad.
Este año no será sin dudas una excepción, y es bueno en definitiva que esto ocurra y siga ocurriendo. Es bueno que el mundo siga escuchando, aunque fuera una vaga letanía, los testimonios del horror.
Cuando quienes transitamos el camino de los proyectos populares, escuchamos el hartazgo de quienes creen que ya hubo demasiada memoria y tal vez hasta demasiada justicia, no podemos menos que asombrarnos. Otras sociedades del mundo, de esas que muchos miran embelesados, siguen aún hoy investigando los crímenes que en la segunda guerra mundial cometió el nazismo. No sólo admiran esa actitud de memoria y justicia, sino que hasta le rinden homenaje. Y es muy bueno que sea así.
Los argentinos, con nuestras singularidades, debemos hacer lo nuestro. Hemos tenido conducta zigzagueante al respecto. Hemos producido nuestro Nunca Más y el Juicio a las Juntas, pero nos despachamos también con la Obediencia Debida, el Punto Final y los Indultos de los ’90.
Cuando Néstor Kirchner inauguró en 2003 este proceso político que hoy conduce Cristina, marcó un nuevo rumbo. Un rumbo que hasta el presente no conoce retrocesos. Un rumbo también admirado por muchos en el mundo. La política de DDHH que lleva adelante la Argentina y los Organismos que la cutodian, son un ejemplo para el mundo libre.
Desde nuestro espacio institucional en el bloque del Frente para la Victoria del Concejo Municipal de Rosario, adherimos a esta jornada que, como siempre, creemos debe ser de memoria y de acción política por la justicia.