Decenas de miles de personas salieron a las calles en distintas ciudades para reclamar mejores salarios y condiciones laborales. El presidente boliviano Evo Morales aprovechó la fecha para decretar nada menos que la «nacionalización de los hidrocarburos»… Decenas de miles de personas salieron a las calles en distintas ciudades para reclamar mejores salarios y condiciones laborales
Desde el montañoso Nepal hasta el corazón industrial de Alemania, pasando por Rusia y España y desde Ciudad de México hasta Santiago de Chile, decenas de miles de personas salieron hoy a las calles de todo el mundo para celebrar el Día Internacional del Trabajo y pedir mejoras en las condiciones laborales.
Bolivia. El presidente boliviano Evo Morales aprovechó la fecha para decretar nada menos que la » nacionalización de los hidrocarburos » , anuncio que desató coloridas celebraciones de los trabajadores en las calles del país andino.
México. Sin casco, pero con máscara, el líder Ejército Zapatista de Liberación Nacional, subcomandante Marcos, se sumó a los cerca de 80.000 mexicanos que convirtieron el Día del Trabajo en la capital en una manifestación de apoyo a los millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos.
América central. Algo similar ocurrió en Centroamérica, una región que ha exportado miles de trabajadores legales e ilegales a Estados Unidos y que a cambio recibe millones de dólares en remesas.
Colombia. También en las calles de Bogotá unos 10.000 manifestantes hicieron sentir su rechazo al TLC que alegan golpeará a la industria nacional y al alicaído campo colombiano con la inundación de productos estadounidenses a precios más bajos.
Cuba. Otro que no desperdició la oportunidad para atacar a Estados Unidos fue Fidel Castro, pero por motivos distintos, como las maniobras militares intimidatorias de Washington en el Caribe. Ante miles de personas vestidas con camisetas blancas, azules y rojas que abarrotaron la Plaza de la Revolución en La Habana, Castro lanzó su tradicional grito de guerra: «Patria o muerte, venceremos».
Brasil. Quienes se tomaron el Día del Trabajo con más alegría fueron los brasileños, acostumbrados a transformar las manifestaciones en ferias con música en vivo y comida.
«Si medimos las conquistas que tuvimos con (lo que queremos), vamos a llegar a la conclusión de que aún estamos lejos de realizar nuestros sueños. Pero vamos también a llegar a la conclusión de que la pesadilla disminuyó de forma extraordinaria», declaró el presidente Luiz Inacio Lula da Silva y ex líder del Partido de los Trabajadores después de participar una misa.
Venezuela. En Caracas se realizaron multitudinarias marchas paralelas por las calles colmadas de opositores y afines al presidente Hugo Chávez y custodiadas por policías en previsión de incidentes.
Disturbios en Chile. El principal acto convocado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) en Chile se desarrolló con incidentes violentos. Según fuentes policiales, numerosos manifestantes, en su mayoría estudiantes encapuchados, fueron detenidos y varias personas resultaron heridas.
Los disturbios comenzaron durante el trayecto de la principal marcha de los trabajadores chilenos, que se inició en la Plaza de Los Héroes, a tres manzanas del Palacio de La Moneda, y que desembocó cerca de la Plaza Italia, también en el centro capitalino.
Los carabineros, que utilizaron carros lanza agua y bombas lacrimógenas, actuaron para sofocar los disturbios, en los que los manifestantes causaron daños a la propiedad pública y privada.
Rusia. En Rusia, decenas de miles de personas respondieron a la convocatoria de los sindicatos progubernamentales en diferentes ciudades del país mientras los nostálgicos de la extinta Unión Soviética sacaban a la calle sus banderas rojas y retratos de Stalin.
Unos 25.000 sindicalistas marcharon por un Estado social en Moscú, donde varios millares de comunistas se reunieron ante el monumento de Lenin en la plaza de Octubre al grito de «¡Putin dimisión!».
Alemania. En Alemania, los sindicatos esperaban reunir a medio millón de personas en manifestaciones convocadas en todo el país en una demostración de fuerza antes de las importantes reformas previstas por el gobierno de la canciller, Angela Merkel, para fomentar el crecimiento económico.
España. Miles de personas se manifestaron en varias ciudades españolas bajo el lema «Por la paz, el empleo estable en la igualdad» para expresar su apoyo al proceso de paz en el País Vasco y reivindicar empleos estables.
La participación parecía menor que en los años anteriores en Madrid debido al buen tiempo y a un fin de semana de cuatro días que vació la capital.
Francia. Los sindicatos de Francia también habían convocado manifestaciones contra el trabajo precario tras la victoria lograda el mes pasado por el movimiento contra el ´contrato joven´ del gobierno de Dominique de Villepin.
Italia. Varios ministros italianos del gobierno saliente de Silvio Berlusconi fueron abucheados en los desfiles en los que aparecieron. Roma acogerá posteriormente un gran concierto frente a la basílica de San Juan de Letrán en el que participarán más de un centenar de artistas.
Polonia. En Polonia, varios centenares de manifestantes desfilaron en Varsovia para denunciar el desempleo y la «arrogancia» de la derecha en el poder, mientras que en Grecia la jornada estuvo marcada sobre todo por huelgas de marineros así como de empleados de autobús y de metro.
Más manifestaciones
Las celebraciones del Día del Trabajo se iniciaron en Asia. En Nepal, los manifestantes inundaron nuevamente las calles de Katmandú después de casi tres semanas de protestas en favor de la democracia, esta vez para pedir la abolición de leyes sociales impuestas por el impopular rey Gyanendra.
En Camboya, cientos de trabajadores desafiaron la prohibición de manifestar desfilando por el centro de Phnom Penh.
En Tailandia, miles de trabajadores marcharon hasta la sede del gobierno en Bangkok exigiendo un aumento del 25% del salario mínimo.
En Indonesia, varias decenas de miles de personas se reunieron en las principales ciudades y en la capital, Yakarta. Los sindicatos denunciaron una legislación que autorizaría los contratos de trabajo más flexibles y suprimiría las indemnizaciones del trabajador en caso de ruptura del contrato.
Por último en Filipinas, varios miles de personas exigieron en Manila la dimisión de la presidenta, Gloria Arroyo.
EEUU: Unas 150 ciudades fueron afectadas por la falta de toda actividad laboral, comercial o cultural en sus comunidades; reclamaron una reforma en las leyes que no criminalice a las personas sin papeles de residencia
fuente: La Nacion, Agencias AFP y EFE