
Estados Unidos investiga a startup que lanzó globos de dióxido de azufre para «modificar» el clima
La EPA investiga a Make Sunsets, una startup que ha liberado dióxido de azufre (SO₂) en globos para reflejar luz solar y enfriar el planeta. Con más de 124 lanzamientos realizados, la agencia exige respuestas bajo la Ley de Aire Limpio, generando debates sobre ética, salud pública y gobernanza climática.
Reclamos oficiales a una startup

Make Sunsets, una startup emergente apoyada por capital de riesgo, comercializa “créditos de refrigeración” basados en la liberación de dióxido de azufre (SO₂) en la estratósfera mediante globos, una técnica de geoingeniería solar conocida como inyección de aerosoles estratosféricos (SAI). Según datos oficiales, ha realizado al menos 124 lanzamientos hasta la fecha, aunque la ubicación exacta de estos despliegues y el origen del SO₂ permanecen desconocidos. En México, la empresa ha sido prohibida tras sus pruebas en Baja California.
La EPA, a través de su Oficina de Aire y Radiación, envió una solicitud formal de información bajo la Sección 114 de la Ley de Aire Limpio, solicitando a la startup datos detallados sobre sus emisiones, origen del gas, altitud de liberación y ubicación de los lanzamientos. La agencia ha otorgado un plazo de 30 días para responder y advierte sobre posibles acciones adicionales.
El administrador de la EPA, Lee Zeldin, criticó la iniciativa por considerarla un “extremismo climático” imprudente, que evade regulaciones y pone en riesgo la salud pública. Zeldin subrayó que el SO₂ se ha regulado desde 1971 y que su liberación puede provocar daños respiratorios, lluvia ácida y reducir la visibilidad.
Riesgos ambientales y preocupaciones sanitarias

El dióxido de azufre usado por la startup es un contaminante regulado desde 1971 bajo el Programa de Calidad del Aire Ambiental (NAAQS). Incluso exposiciones breves pueden dañar las vías respiratorias, especialmente en niños y personas con afecciones pulmonares.
Además, el SO₂ contribuye a la formación de lluvia ácida, partículas nocivas que reducen la visibilidad y perjudican los ecosistemas.
Organizaciones como Chesapeake Climate Action Network han expresado que acciones como la de esta startup son irresponsables y ponen en riesgo la confianza pública y desvían la atención de soluciones climáticas reales basadas en evidencia.
Geoingeniería sin reglas: un dilema global

La idea de imitar las erupciones volcánicas para enfriar el planeta es antigua: el SO₂ estratosférico puede reflejar luz solar, tal como hizo el volcán Pinatubo en 1991, bajando la temperatura global alrededor de 0.5 °C temporalmente. Estas técnicas, conocidas como inyección de aerosoles estratosféricos (SAI), son las más estudiadas dentro de la modificación de radiación solar (SRM), pero siguen siendo altamente controvertidas debido a sus riesgos potenciales.
La Comisión Europea, asesorada por grupos científicos, también ha recomendado una moratoria sobre la geoingeniería solar, alertando sobre la falta de evidencias contundentes y posibles consecuencias como cambios en los patrones de lluvia, daños a la agricultura o alteración de generación solar.
Además, la startup Make Sunsets ha enfrentado críticas por actuar sin consulta previa: sus primeros lanzamientos en México fueron realizados sin autorización y provocaron que el gobierno mexicano prohibiera la geoingeniería en su territorio. En EE. UU., tampoco hay evidencia de que haya coordinado con autoridades estatales, locales o federales antes de ejecutar sus experimentos.
La respuesta de la EPA a la startup marca un momento clave en el debate sobre la geoingeniería climática. ¿Quién decide intervenir en la atmósfera y bajo qué normas? Mientras surgen emisores no regulados, queda claro que cualquier esfuerzo por manipular el clima debe estar respaldado por ciencia rigurosa, ética y regulación internacional.
Referencia:
- EPA/EPA Demands Answers from Unregulated Geoengineering Start-Up Launching Sulfur Dioxide into the Air. Link
Fuente: CerebroDigital.net