BEIJING, 29 ene (Xinhua). Por Chen Yao
Cuando Justiniani y sus hijos en Panamá se visten con los trajes de la danza del león y participan en las celebraciones del Año Nuevo Lunar; cuando Aman, en Argentina, compite junto a su equipo en una carrera de botes dragón para desear buena suerte en el nuevo año, o cuando los vídeos de una bloguera china sobre el Año Nuevo Lunar despiertan la curiosidad de los internautas brasileños, quienes expresan su deseo de compartir la alegría festiva, el ambiente del Año Nuevo Lunar chino atraviesa océanos y llega a América Latina y el Caribe (ALC), acercando aún más la distancia entre China y los países latinoamericanos.
EL ROJO DEL AÑO NUEVO CHINO
La atmósfera del Año Nuevo Lunar ha ido cobrando fuerza en muchos países de América Latina. Monumentos emblemáticos en Argentina y Cuba se iluminan con el «rojo chino». Chile celebra ferias culturales para la Fiesta de la Primavera, y los eventos en Brasil y Panamá se llenan de público. El omnipresente «rojo chino» ha permitido que los latinoamericanos experimenten la alegría, la armonía y la calidez del Año Nuevo chino.
En una escuela de idioma chino en Brasil, la presencia del «rojo chino» ha ido en aumento: se decoran las aulas con recortes de papel, con caracteres chinos de Fu (buena fortuna), faroles rojos y nudos chinos, mientras que una decena de brasileños de diferentes profesiones escriben cuidadosamente coplas y caracteres de Fu en papel rojo especialmente preparado para la ocasión.
«La decoración roja es esencial para el Año Nuevo chino», explica Wang Yili, una influenciadora china con más de un millón de seguidores en redes sociales brasileñas y profesora en la escuela Oi China.
Wang comparte con sus estudiantes las costumbres y orígenes culturales del Año Nuevo Lunar. Recientemente, aprovechó un viaje a China para grabar un video que muestra tradiciones relacionadas con el rojo del Año Nuevo, el cual recibió miles de «me gusta» y comentarios.
Carolina Martins, una estudiante de Wang, se describe como una gran admiradora de la cultura del Año Nuevo Lunar. Sosteniendo un carácter de buena fortuna hecho por ella misma, expresó emocionada: «Me encanta todo lo relacionado con China, especialmente el Año Nuevo. Para mí, la Fiesta de la Primavera significa la reunión de la familia, un nuevo ciclo. Estás con tu familia, decorando la casa de rojo, entregando regalos a los niños».
EL AUGE DEL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL CHINO
El 4 de diciembre de 2024, la Fiesta de la Primavera, que engloba las prácticas sociales del pueblo chino en la celebración del Año Nuevo Lunar, fue incluida en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.
Sin embargo, incluso antes de este reconocimiento, elementos como la danza del león, las carreras de botes dragón y el arte de los recortes de papel, todos considerados patrimonio cultural inmaterial nacional de China, ya se habían convertido en eventos habituales durante las celebraciones del Año Nuevo chino en América Latina y el Caribe.
En vísperas del Año Nuevo Lunar, en Puerto Madero, Buenos Aires, Argentina, la sexta edición de la Competencia de Botes Dragón comenzó tras la tradicional ceremonia de pintar los ojos del dragón. Unos 300 participantes remaron al ritmo de los tambores, compitiendo con entusiasmo hasta la meta.
Natasha Aman, una argentina de 34 años, ha participado durante tres años consecutivos en esta actividad del Año Nuevo Lunar.
«El bote dragón es parte de la tradición de China en el Año Nuevo chino y parte del patrimonio cultural inmaterial nacional de China. Es una tradición milenaria. Me encanta poder participar, aprender la simbología que tiene cada festividad», comentó Aman.
Para ella la carrera del bote dragón no solo es un excelente ejercicio físico, sino que también fomenta el espíritu de trabajo en equipo y le permite hacer amigos.
EL VÍNCULO ENTRE CHINA Y ALC
El Año Nuevo Lunar, considerado el festival tradicional chino más rico en significado y el de mayor participación, ha sido abrazado por muchos países latinoamericanos, quienes lo han integrado en sus propias culturas. Este intercambio y fusión cultural no solo estrecha los lazos entre China y América Latina, sino que también añade un toque colorido a la diversidad cultural de la región.
En 2014, Surinam declaró el Año Nuevo chino como día festivo nacional. En 2016, 2022 y 2023, el estado de Río de Janeiro, la ciudad de Recife, así como la de Foz de Iguazú, en Brasil, también lo incluyeron como festividad oficial, respectivamente.
En 2021, el Año Nuevo chino fue reconocido como festividad nacional en Panamá, lo que ha hecho que muchas familias panameñas esperen con ansia este evento cada año.
Iván Justiniani, un panameño de 37 años, participa regularmente con su familia en las celebraciones del Año Nuevo chino, en especial disfrutando de las danzas del león. Su pasión por esta tradición lo llevó a unirse, junto con sus dos hijos, a un equipo de danza del león que cuenta con más de 50 años de historia.
Para Justiniani, la cultura china tiene una rica historia y un carácter dinámico. «El león es un símbolo de buena fortuna en la cultura china. Durante el Año Nuevo, sentimos los buenos deseos de los chinos a través de la danza del león y otras actividades festivas, las cuales ahora también forman parte de las tradiciones panameñas», comentó.
Con actividades como las danzas del león y del dragón, la cultura china se está integrando gradualmente en Panamá, explicó Justiniani, quien destacó que su equipo de danza incluye tanto a panameños como a chinos residentes en el país, y, como característica especial, el grupo acepta la participación de niños.
Justiniani está convencido de que con la participación de los niños estas tradiciones tendrán continuidad y desarrollo y el Año Nuevo chino seguirá celebrándose en Panamá generación tras generación.