El jueves 3 de enero a las 19,30 en el local del Centro de Comercio, más de 300 personas desafiaron el calor agobiante para escuchar los detalles de la auditoria contable.
El nuevo Intendente Alejandro Ramos, del mismo signo político que el auditado Daniel Lioy, estaba acompañado por tres Contadores, quienes hicieron el trabajo en dos semanas tratando según dijeron de detectar la real situación financiera de la Municipalidad.
Los viejos ventiladores del recinto no daban a vasto, para apaciguar los 38º que en eses momento se registraba en la región. Pero de igual manera comerciantes, dirigentes barriales, líderes de otros partidos políticos y vecinos se acomodaron para entender, pantalla gigante mediante, las supuestas irregularidades cometidas por la administración Lioy.
Desprolijidades en la liquidación de personal contratado, que en algunos casos era desconocida su actividad como su legajo. Montos fijos enviados por la provincia para la compra de un vehículo para transporte de discapacitados, que desviado para otros ítems y el vehículo nunca fue adquirido. La sobre facturación de gastos en combustible que todo el parque automotor, en su conjunto trabajando a destajo podría consumir, como así también una gran cantidad de teléfonos nextel etc.fueron provocando que la bronca llegara a generar murmullos y sonrisas socarronas por parte del publico asistente.
Fue muy corto el discurso del Dr. Ramos, quien prácticamente se limitó a presentar a sus tres contadores para sentarse en primera fila y escuchar el informe de la auditoria llevada a cabo.
Pasada las 20 hs, la tormenta «trajo alivio» entre los presentes y muchos se marcharon sin saludar, buscando protegeserse y proteger a sus vehículos de una supuesta nueva pedrada, que a esa hora ya caía en Rosario.
Es de esperar que todos estos datos sean entregados a la justicia para que determine si hubo dolo y que también Daniel Lioy responda sobre estas afirmaciones que hiciera el equipo del actual Intendente Ramos.