Cien años con historias y lucidez
«Cuando era una jovencita en el pueblo solamente se hacían dos bailes por año, los domingos la diversión era ir a la estación ferroviaria para ver pasar al tren y también nos entreteníamos caminando por la única avenida de tierra que había». De esta manera Carmen Ciceri recuerda los primeros años del poblado que vio crecer.
Hoy ella tiene cien y es la mujer más anciana de Alvarez, aunque de una lucidez envidiable.
«Nací en el campo y cuando llegué al pueblo sólo había dos automóviles, la gente del campo venía de a caballo, las calles eran de tierra y no había luz eléctrica. Comparado con aquella época, vivir hoy en Alvarez es como estar en el paraíso», dice esta simpática abuela que recomienda «no comer ni tomar tanto» para llegar saludable a la vejez.
Diversión. «Me hubiese gustado —reconoce— haber nacido en este tiempo para divertirme como las chicas de ahora ya que disfrutan de una libertad que nosotros no teníamos. No me quejo de mi pueblo porque es seguro y vivo en un barrio donde todos son serviciales y seguramente si volviera a nacer también me radicaría aquí».
Es gran lectora del diario LaCapital desde hace años y asegura que le interesan «todos los temas».
Con su humor a flor de labio dice que su doctor siempre la ve bien y hasta confía que le puso «el sobrenombre de «Magiclick porque voy a durar 104 años», como afirmaba la publicidad del recordado encendedor a chispa.