El socavón fue descubierto durante el fin de semana en la localidad de Tierra Amarilla.
El alcalde local denunció que es consecuencia de «una actividad extractiva inconsciente y desmedida».
El Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile (Sernageomin) comenzó la investigación sobre un misterioso agujero de unos 32 metros de diámetro que apareció durante el fin de semana en una zona cercana a una mina de cobre de la localidad de Tierra Amarilla, en la región de Atacama.
Medios locales sobrevolaron la zona y reportaron que el hundimiento está en tierras que son operadas por la compañía canadiense Lundin Mining, en la mencionada ciudad ubicada al norte del país.
Tras las repercusiones, el Sernageomin comunicó que tomó conocimiento del agujero el sábado pasado y envió personal especializado a la zona.
“Seguiremos trabajando en la zona con la investigación en curso. Necesitamos revisar si es necesario aumentar el personal para poder llegar a una conclusión y sobre todo llevar tranquilidad a las autoridades y a la gente de Tierra Amarilla sobre la extensión del misterioso agujero”, remarcó David Montenegro, el titular de la entidad.
Asimismo, detalló que el mismo tiene una profundidad de 64 metros y que no se detectaron materiales adentro.
«Una actividad extractiva desmedida»
El alcalde del Municipio de Tierra Amarilla, Cristóbal Zúñiga, aseguró que el socavón es consecuencia de las «actividades extractivas inconscientes y desmedidas».
“Aquí la Tierra se está manifestando por la actividad extractiva desmedida que no tiene conciencia ni precaución de los efectos negativos que pueda tener en nuestro territorio y nuestra comunidad”, apuntó el funcionario.
Y continuó: «Este es el sumidero más grande que hemos visto en los últimos tiempos. Estamos muy preocupados porque está activo y sigue creciendo. Nuestra comunidad nunca había visto esto vinculado a mina de cobre tan importante para tantas familias».
El Sernageomin estableció un perímetro de seguridad de 100 metros alrededor del hundimiento, ubicado dentro de los terrenos de la mina Alcaparrosa de Candelaria.
Por su lado, la minera Lundin Mining, que posee el 80% de la propiedad, emitió un comunicado en el que respondió que «no hubo impacto en el personal, el equipo o la infraestructura» y que el socavón, al contrario de lo que señaló el alcalde local, se mantuvo «estable» desde su detección.
Igualmente, la compañía indicó que, como medida preventiva, «se suspendieron temporalmente los trabajos de desarrollo en un área».