Durante generaciones el mundo se vio inundado de violencia. Aunque nadie dijo o no se quiso decir por qué se generó tanta violencia, me da la sensación que fue y será por cuestiones de poder. Aquí hay una paradoja.
por Guillermo Perea. FLB, 25/01/2009
El hombre tiene un inmenso poder, de hecho es el único animal capaz de materializar un sueño o un pensamiento y lo ha logrado sin dudas, no siempre en beneficio de la humanidad.
¿Por qué el hombre va en busca del poder o el dominio? Muchas veces no podemos ni siquiera controlar nuestra propia respiración, creo que mucho menos la voluntad de los demás, entonces ¿por qué ese afán de gobernar? Será tal vez ¿por la educación que hemos recibido, la cual nos enseño que somos grandes por las cosas grandes que poseemos y no por las grandes cosas que podemos hacer o crear?
Creo que la violencia es falta de conocimiento o peor aún falta de información o desinformación. Como concepto para mí, la violencia es “la incapacidad del hombre para resolver un problema a través de la palabra”, entonces recurre a la fuerza para imponerlo. Las cosas tienen que ser entendías, no impuestas. Cuando se imponen lo que se impone es miedo y el miedo no genera entendimiento, ni mucho menos respeto. El respeto es fruto de la sabiduría.
La violencia es irracional y tiene su origen en los animales. Ellos no razonan ni tienen una inteligencia desarrollada como la nuestra, aunque a veces parece que fuera al revés.
En este mundo materialista el hombre tiene su cerebro y su corazón en el bolsillo y actúa en consecuencia, es por esto que cuando se produce una reacción violenta se ve afectada la salud y muchas veces la economía.
Pienso que no hay que ir en contra de las cosas. Ir en contra produce un rozamiento lo cual ocasiona un desgaste y a su vez más violencia. Para mi siempre hay que ir a favor de las cosas buenas, eso genera fluidez, impulso.
Hay que entender no imponer. Ir en contra provoca de alguna manera querer cambiar algo con la simple explicación de que esta mal y con eso es suficiente. La violencia es el producto de una mala educación y la forma de solucionarlo es con buena educación y no con castigo, eso provoca más violencia por la incapacidad de poder entender.
La madre Teresa de Calcuta decía:”nunca me verán en una manifestación en contra de las guerras, pero seguramente estaré en todas las que me sean posible asistir a favor de la paz”.
Es terrible creer que por ambiciones desmedidas una o muchas personas hayan fabricado armas, guerras y muertes para llenar sus bolsillos. Pero es maravilloso pensar que una o muchas personas crean que es posible que se pueda vivir en paz, en libertad y con conocimientos que, en definitiva, son derecho e ideales de la humanidad para que el egoísmo sea alguna vez parte del pasado, para poder así construir sobre bases sólidas, la armonía que tanto necesitamos, para dejar de construir sobre billetes, que son al final un montón de papeles pintados.