Marcos Patronelli demostró que su triunfo en la etapa Mendoza-Valparaíso, el primero de un argentino en el Dakar, no había sido casualidad. Confirmó que su ambición sigue bien alta y se impuso en la etapa hasta ahora más difícil del Rally, la décima, que partió y llegó desde la localidad chilena de Copiapó.
Patronelli superó finalmente en la etapa por una diferencia ínfima al checo Josef Machacek. La distancia fue de tan sólo 28 segundos, casi inexistente si se tiene en cuenta que la ventaja que registra Machacek en la clasificación general sobre el de Las Flores, Buenos Aires, es de más de 2 horas y media. Como para pensar en que sería un milagro que se le escapara la carrera.