Aquellas personas que visiten el stand cultural del Hogar Checoslovaco, podrán ver una pequeña imagen que, ciertamente, no pasará desapercibida. Se trata del del Niño Jesús de Praga: “Su historia comienza en la ciudad de Praga, capital de la República Checa, porque desde ahí se hicieron conocidos sus milagros”, comienza detallando, Ana Maria Krepelka, encargada del sector cultural.
La reina de España, casada con el rey de Praga, donó la imagen a la princesa Polisena como regalo de bodas. Luego, la reina se murió y la princesa decidió donar la imagen al Convento Carmelita, lugar donde se encuentra ubicada la parroquia Nuestra Señora de La Victoria. “A partir de este hecho, comienzan a ocurrir los milagros. Los más importantes y conocidos, fueron el de la vid seca e infértil que había detrás de la iglesia y que, luego de la presencia del Niño Jesús, dio una enrome cantidad de uvas dulces y riquísimas, hecho que llamó extrañamente la atención de los monjes que atribuyeron el milagro a la imagen donada por la princesa”, contó Ana Maria y agregó: “Otro de los milagros ocurrió cuando la reina apeló a la imagen del niño Jesús de Praga para salvar la vida de una prima que yacía en una cama y ésta, por suerte de un milagro, se curó”. El tercer milagro conocido, aconteció en La Segunda Guerra Mundial, en la localidad de Arenzano, lugar en que está situada La Basílica: “Lo curioso, fue que durante los bombardeos, las casas quedaron intactas y no hubo que lamentar muertes, porque las bombas caían justamente en territorios ausentes de casas y de personas”, aludió, con tono de asombro, Ana Maria Krepelka.
La estatuilla está confeccionada en cera con un corset de plata y lleva puesta muchas capas que representan la cantidad de milagros que hizo. “Cada país que recibió un milagro del Niño Jesús, le regaló a la imagen una capa”, aclaró Ana Maria y siguió: “Las capas son diferentes unas de otras en cuanto a su confección, algunas llevan brocatos, otras piedras preciosas y algunas, como la que tenemos en el stand, está hecha con perlas”.
Otro de los rasgos a observar de la imagen, se refiere a la posición de sus manos: “En una de ellas, tiene los tres dedos levantados, en forma de bendición y representando a la sagrada familia. Con la otra mano sostiene al mundo, o mejor, sostiene a todos nosotros, protegiéndonos”, explicó, puntillosamente, Ana Maria.
Santa Teresita de Ávila, San Juan de La Cruz, San Francisco de Asís, San Antonio de Padua y Santa Teresa de Los Andes, fueron algunos de los santos y doctores de La Iglesia Católica que difundieron la imagen del Niño Jesús de Praga. Y el mensaje que lo caracteriza y que pregona a través de los siglos, es única: “Cuanto más me honréis, más bendición teneis y si no os hacéis como niños, no entrareis en el reino de los cielos”.
Oración al Niño Jesús de Praga
Oh pequeño niño, mi único tesoro, tú te me muestras todo radiante de amor.
Yo me abandono a ti.
Oh Jesús, mi pequeño Hermano, no quiero otra alegría que la de agradarte.
Mi pequeño Rey, imprime en mi las virtudes de tu infancia.
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Nathaly Belardinelli