«La estructura del auto no tiene nada, es solamente chapa, pero vamos a revisarlo igual«, fue el primer análisis que hizo Andrés D’Amico junto a su equipo, al constatar los daños en la carrocería de su VW Gol de clase 2, con el que protagonizó el fuerte despiste y una serie de tumbos en la final de la primera fecha, realizada en el autódromo de San Rafael.
El piloto marplatense confirmó que el origen del incidente se debió luego de un toque con el Chevrolet Corsa de Mariano Morini. “El auto tiene que haber sufrido la rotura de algún elemento del sistema de frenos. Trate de frenar con la caja de cambios, y llegó a colocar la primera velocidad, pero no fué suficiente para evitar el accidente”, explicó.
Si bien fue un golpe fuerte, D’Amico no sufrió lesiones y se bajó por sus propios medios para ser observado en un sanatorio de San Rafael por precaución, recibiendo rápidamente el alta, lo que posibilitó que retornara al circuito y luego viaje junto al resto del equipo hacia Mar del Plata.
«Ahora hay que reparar todo lo que es chapa, y espero tener mejor suerte en la próxima carrera«, adujo el piloto, quien mantiene sus esperanzas para el 30 de marzo, fecha en la que se disputará la segunda fecha, en Pigüé.
Prensa APAT