La cocina israelí (aunque hay quién prefiere decir «las cocinas» en plural), es única y sorprendente, debido a las distintas influencias culturales que la componen. Todas estas influencias marroquíes, yemenitas, rusas, árabes, polacas hacen que este país sea posedor de un arte culinario muy variado donde se puede degustar los mejores y exquisitos platos `.
En la entrevista que mantuvimos con Maximiliano Drzazga acentuó la variedad de sabores: «por un lado tenemos el strudel, postre europeo a base de membrillo que trajeron nuestras abuelas; y por otra parte ofrecemos los knishes, un plato muy simple ya que se comía en tiempos de pobreza por la guerra en Europa, que consta de papa y cebolla envueltos en un bollo de masa frita. También invitamos a todos a probar el shawarma, que es una comida deliciosa».