El doctor en Geografía Eliseo Popolizio vaticinó que la Pampa Húmeda dejará de existir como la conocemos… El doctor en Geografía Eliseo Popolizio vaticinó que la Pampa Húmeda dejará de existir como la conocemos
El doctor en Geografía Eliseo Popolizio asegura que el panorama climático para la región «es poco halagüeño». Más aún, augura serios cambios económicos y sociales en la zona a partir del calentamiento global. Dice que dejará de existir la Pampa Húmeda tal cual la conocemos y que las grandes ciudades como Rosario, debido a la «isla de calor» que generan sufrirán más lluvias, tornados y granizadas. Y luego de todo esto, como si nada, subraya que no es alarmista. «Sólo se trata de empezar a trabajar para minimizar los impactos que se vienen», subraya el especialista graduado en la Universidad de San Pablo (Brasil) y actual director del doctorado en la misma disciplina en la Universidad del Salvador de Buenos Aires. Popolizio disertó en Rosario en las jornadas sobre calentamiento global y cambio climático organizadas por Defensa Civil del municipio.
-La gente dice que el tiempo está loco. ¿Es así?
-La gente tiene una capacidad de percepción a veces mayor que la pueden tener en algunos niveles de gobierno. Las plantas también se han vuelto locas, hasta los animales cambiaron sus comportamientos. Podemos decir que el calentamiento global del planeta de acuerdo a lo que ha dicho la Unesco en París no se puede parar, no hay modo. Lo que podemos hacer es minimizar los efectos. El fenómeno no va a ser parejo en todo el mundo, es decir hay zonas que se van a calentar más y otras menos. Nuestra región lamentablemente se va a calentar más que la media y habrá grandes extensiones de tierras bajo agua.
-¿La famosa Pampa Húmeda se va tropicalizar?
-Hay que aclarar que geológicamente estos ciclos ya han sucedido. Este tema tiene dos ángulos:el de los fenómenos que se deben al comportamiento normal del planeta por causas planetarias y los que se deben a la acción del hombre. Plantear esto no es ser alarmista sino advertir a la población para prepararse y minimizar las consecuencias.
-¿Qué tipo de consecuencias?
-Zonas enteras no podrán producir lo que producían y habrá desequilibrios a nivel mundial. Este tema se está estudiando en los organismos militares que hacen los pronósticos a 20 o 30 años. En nuestra zona cambiarán varias cosas, estamos esperando una gran crecida del río Paraná, una crecida muy grande, que recién empieza porque acaban de comenzar las lluvias en Brasil. El cause ya está lleno y cualquier precipitación extra va a originar un aumento de esta crecida.
-¿Podrá haber más inundaciones nuevamente?
-Vamos a tener una creciente mayor a la que conocimos, no podemos decir cuándo, es un modelo estadístico sobre el que se está trabajando, pero será mayor a la del 83 y 98.
-¿Es esperable para este año?
-Estamos siguiendo el comportamiento de las lluvias y si bien el panorama no es precisamente muy halagüeño, no hay que alarmar a la población. Cuando el servicio meteorológico advierte sobre un alerta, brinda una probabilidad no una certeza; información que sirve para minimizar los daños.
-Entonces, nuestra región debería estar preparada en medidas de evacuación.
-Todos sabemos lo que pasa cuando se trabaja sobre la coyuntura, cuando ya tenemos el agua encima. Rosario es una ciudad enorme, de más de un millón de habitantes, y las ciudades generan lo que se llama una isla de calor; la temperatura es más alta que en la periferia por las construcciones y eso implica una especie de burbuja térmica que hace que las condiciones climáticas sean diferentes. Las ciudades grandes aumentarán las turbulencias atmosféricas, lo que significa que habrá vientos muy fuertes, tornados y granizadas. Las lluvias van a ser más concentradas, se dará mucha caída de agua en poco tiempo, que es lo que está pasando repetídamente en este verano 2007, como hemos visto en Buenos Aires y en Rosario ultimamente.
-¿Las ciudades están preparadas para estas condiciones climáticas?
-No, los desagües pluviales pueden mantenerse limpios, pero aún así las ciudades colapsarán si en futuras obras no se tienen en cuenta nuevos diseños urbanos.
-¿Y las zonas vecinas, la producción agrícola por ejemplo?
Ustedes tienen zonas muy peligrosas que son las de Las Rosas, Firmat y San Justo. Muchas de las plantaciones actuales se hacen bajo tela o cubiertas plásticas, muy suceptibles a las pedradas. Hay que pensar también allí una serie de medidas para evitar desastres.
-¿Podría peligrar la producción agropecuaria de la región?
-Ya en Buenos Aires y en algunas partes de Santa Fe están trabajando bajo la hipótesis de que si se tropicaliza la zona, gran parte de los cultivos que caracterizan a la Pampa húmeda se van a correr hacia el oeste, es decir San Luis y parte de provincia La Pampa; un terrible impacto económico. Todavía no hay conciencia y educación, pero morigerar esta situación depende entre otras cosas de cada uno de nosotros.
Sólo un cambio de lamparitas
«Si los seis mil millones de personas que habitamos el planeta cambiáramos las lamparitas que usamos por las de bajo consumo, podríamos prescindir de 600 embalses termoeléctricos y las consecuencias que traen aparejadas en el medio ambiente», asegura Eliseo Popolizio, a la hora de indicar acciones individuales en favor el planeta.
Para él, «la realidad es dura» y los cambios que se vienen dependen de la propia población, no sólo de técnicos, científicos y meteorólogos».
Destacó que en los países desarrollados hay más compromiso y aseguró que los argentinos «no tenemos plena conciencia de lo que está en juego en materia climática».
El especialista indicó como «lamentable» que siempre se espere la llegada de alguien que «nos solucione las cosas; en este tema es cierto que los dirigentes mundiales tienen la mayor responsabilidad, pero también las sociedades en su conjunto, de acuerdo a las características de cada país o región, deben participar», remató.
Fuente: Isolda Baraldi, La Capital
Nota original:
http://www.lacapital.com.ar/2007/03/04/ciudad/noticia_370542.shtml