Durante la peregrinación por los símbolos del Parque durante las Jornadas de Inspiración Espiritual 2014, se profundizó en los significados que tienen esos monumentos: el Portal, el Monolito, la Fuente, la Estela y la Sala….
Durante la peregrinación por los distintos espacios simbólicos del Parque de Estudio y Reflexión Carcarañá, que tuvo lugar en el marco de las Jornadas de Inspiración Espiritual realizadas del 2 al 4 de mayo, se leyeron distintos escritos sobre los significados que tienen esos monumentos: el Portal, el Monolito, la Fuente, la Estela y la Sala.
Sala de meditación y ceremonias del Parque Carcarañá. Foto Isabela Trix
Los elementos arquitectónicos y los símbolos son comunes a todos los Parques de Estudio y Reflexión que se emplazan en el mundo.
Estos elementos son traducciones de experiencias y de registros universales, traducciones que se han materializado desde los tiempos más remotos en todas las culturas y reflejan la forma en que lo humano escucha e interpreta los ecos de lo sagrado.
PRESSENZA IPA · Argentina · Lucio V. López · por Iván Novotny + GGF
Publicamos las lecturas que se compartieron durante el peregrinaje, comenzando en el Portal de entrda al Parque:
LOS PARQUES EN EL MUNDO
Este es uno de los más de 50 parques de estudio y reflexión que hay en desarrollo en el mundo. En diferentes culturas y en puntos distantes de África, Europa, Asia y América han surgido estos lugares que promueven la Paz y la No Violencia. Los Parques de Estudio y Reflexión son lugares privilegiados para el estudio de una enseñanza
sabia y bondadosa como es la del Maestro Silo.
Aquí a nadie se le pregunta sobre sus creencias personales, ya que no es necesario tener una determinada fe para sentir la alegría y la bondad o para tomar contacto con la Fuerza Interna.
La belleza de los paisajes en los que están ubicados los Parques, la fuerza acumulada por tanta gente, y el Propósito común de entreabrir las puertas hacia otros espacios de la conciencia humana, hacen que estos lugares sean excepcionales.
Los elementos arquitectónicos y los símbolos son comunes a todos los Parques de Estudio y Reflexión que hay en el mundo. Estos elementos son traducciones de experiencias y de registros universales… traducciones que se han materializado desde los tiempos más remotos en todas las culturas y reflejan la forma en que lo humano escucha e interpreta los ecos de lo sagrado.
Hoy recorremos los símbolos buscando descubrir su significado en breves experiencias.
EL PORTAL
Los portales marcan un límite, separan dos espacios: el del espacio del mundo exterior, el de la vida cotidiana, el del ruido con aquel del mundo interno, del silencio; del recogimiento y la reflexión.
Producen un cambio de estado en aquel que los atraviesa. Por ejemplo es el caso de los portales taurinos en la tradición japonesa. Los portales “taurinos” indican la entrada a los santuarios shintoistas. Algunos de ellos, que estaban puestos sobre el agua, representaban en el pasado la entrada de aquellos que llegaban en barco desde las islas vecinas.
Eran entonces lugares donde se juntaban el Pedido que elevaba el pescador a los dioses del mar, y la invitación de los mismos dioses a recoger los frutos de su infinita generosidad. Los portales en nuestros parques son de inspiración shintoísta y perpetuan tradiciones ancestrales.
Y reavivan esa invitación a traspasar un límite para entrar en otros espacios, y esclarecer en nuestros corazones nuestros pedidos internos…
Luego de esta breve introducción haremos una breve experiencia, vamos a tratar de reconocer qué es lo que queremos dejar atrás al traspasar este portal y vamos a buscar en nuestro interior una disposición que nos ayude a hacer un alto en el camino, que son el sentido de estas jornadas.
Cerramo los ojos. Revisemos nuestra vida cotidiana y sus situaciones… seguramente
tenemos perturbaciones … temores … inquietudes…. situaciones que nos generan tensión…
Vemos todo eso como parte de la vida cotidiana pero sabemos que hay mucho mas en nuestro interior… Dejamos todo eso de lado y buscamos en nuestro interior una mirada, un sentir, un registro de disposición interna que nos lleve a la calma… que nos conecte con aquellas aspiraciones y necesidades más sentidas… una profunda necesidad de renovación de nuestra vida.
Encontramos esa disposición que nos permita traspasar este portal y entrar a este Parque despejados y dispuestos a conectar con lo mejor de nosotros mismos y con lo mejor del otro… sentimos una calidez y un afecto suave por nosotros mismos, y por los demás… Con esa disposición, vamos traspasar este portal teniendo presente en todo momento ese propósito que nos ha traído: El de hacer alto en el camino para buscar en nuestro interior y en el encuentro con otros “la Fuerza que alimente nuestra vida, la Alegría del hacer y la Paz mental necesaria para progresar en este mundo alterado y violento”.
EL MONOLITO
Aquí estamos frente al monolito. En todos los tiempos y lugares se encuentran formas arquitectónicas similares a esta. Son las formas en las que el ser humano, en todas las civilizaciones y culturas, ha plasmado una auténtica comprensión mitológica: la conexión de planos altos y bajos, de lo terrenal con lo celestial, de la temporalidad con la eternidad. Aquello que une al cielo con la tierra.
También se los ha llamado Axis Mundi (ejes del mundo) y a través de ellos se podía alcanzar el cielo a través de un árbol, de una escalera, o ascendiendo a una montaña.
Para los antiguos celtas, el bosque constituía su templo natural, cuyo centro simbólico era el claro del bosque, donde se tomaba contacto con lo sagrado. El roble era para ellos la vía del conocimiento.
En los mitos nórdicos, Yddrasil, el gran fresno, era el lugar sagrado donde los dioses sesionaban y donde ellos definían los destinos del mundo.
En Africa, los imponentes Baobas eran considerados altares naturales, en los que se rendían ofrendas y cultos a los espíritus.
El monte Fuji ha simbolizado, desde antiguo, el eje del mundo en la cultura japonesa.
En la Mesopotamia, sumerios y babilonios construyeron montañas artificiales, llamadas Ziguarats, a las que consideraban la morada de los dioses.
En el antiguo Egipto, los obeliscos, tallados en un solo bloque de piedra, eran considerados rayos de sol petrificados, símbolo del centro sagrado del mundo.
Y la tabla esmeralda, de los antiguos alquimistas dice: “lo que está abajo es como lo que está arriba, y lo que está arriba es como lo que está abajo para realizar los milagros de una misma cosa”.
Y en el libro “La mirada interna” el maestro Silo, refiriéndose a su enseñanza, nos dice que en ella hay amor al cuerpo y al espíritu. En ella, lo eterno no se opone a lo terreno.
Debido a que el Axis Mundi es una alegoría que unifica varias imágenes concretas, no hay contradicción en concebir múltiples lugares como “Centros del mundo”.
Así, aquí, ahora, este punto central es el eje en torno al cual todo gira. Y es en este punto central donde la quietud y el movimiento se unen. El movimiento es tiempo, pero la quietud es eternidad.
Comprender cómo este instante de nuestra vida es realmente un momento de eternidad, y comprender además el aspecto infinito de nuestras acciones en la temporalidad cotidiana, es una experiencia renovadora. Nos pone en contacto con una realidad superior. Nos pone en presencia de nuestros más elevados pensamientos. Nos aclara acerca de nuestras más profundas aspiraciones.
Tomémonos un corto tiempo para bucear en nuestro interior y para encontrar esos elevados pensamientos. Para conectar con esas profundas aspiraciones…
Y elevemos un cálido pedido para que sean la guía en nuestro camino hacia una vida renovada.
LA FUENTE
Aquí estamos frente a la Fuente. Sus peculiares formas están inspiradas en el Yoni-Lingam de los altares hindúes, que recuerdan que la existencia se divide en dos principios que se unen: lo femenino y lo masculino, representando esa unión sexual. En el Tantra, este símbolo es la máxima representación de Dios en nosotros, es decir, es la energía creadora que se expresa en el pensamiento y en la capacidad de generar la vida.
En las leyendas sobre la creación y en todos los mitos sobre el origen del universo, el agua es la fuente de vida con sus virtudes infinitas: el agua nutre, da vida, purifica, hace renacer…
Para muchas culturas y religiones las aguas son el símbolo de la sustancia primordial de la que nacen y a la que vuelven todas las formas. Es expresión de lo sagrado y tiene que ver con la vida misma.
Entonces, cerramos nuevamente los ojos para tomar contacto con ese fluir de la vida… esa correntada que nos atraviesa y que también nos trasciende…
Tomamos contacto con aquello que nos hace sentir plenamente vivos…
¿Puedo reconocer la vida que se expresa a través de mi existencia? ¿Tiene alguna conexión con todo lo existente? ¿Qué significado tendrá entonces mi vida? ¿Va en dirección evolutiva? ¿Cómo hago crecer la vida que hay en mí?…
Y agradeciendo esas respuestas continúo en este peregrinar, que me lleva -cada vez- a paisajes más profundos.
LA ESTELA
Las estelas tradicionalmente eran grabadas en piedra y son el testimonio de los eventos históricos significativos de la época en las que fueron erigidas. Encontramos ejemplos en variadas culturas como son las estelas sumerias, las egipcias o las de los mayas.
Aquí hay dos Estelas… una que llevará grabada los nombres de todos aquellos que contribuyeron a la construcción del Parque.
Y esta otra, que tiene grabadas en acero las palabras pronunciadas por Silo el 4 de Mayo de 1969 a los pies del Aconcagua en Mendoza, donde hoy está ubicado el Parque de Estudio y Reflexión Punta de Vacas. Este Parque es conocido como el parque histórico. Y ese día, el 4 de Mayo, ha sido instaurado como el día del Testimonio.
Escuchemos juntos esta arenga conocida como “La Curación del Sufrimiento”, que nos invita a la reflexión sobre el mundo y sobre nuestra propia vida:
Video compilado por Alvaro Orus
LA SALA
En algunas circunstancias muy especiales de la vida de las personas irrumpen experiencias extraordinarias que a veces son llamadas “espirituales”. En ciertas ocasiones estas experiencias adquieren un sentido tan profundo, que logran cambiar completamente la dirección de vida de esas personas, o de comunidades o pueblos enteros.
A partir del momento en que el ser humano empezó a caminar sobre este planeta, empezó a construir lugares determinados, lugares en los que, ya sea sólo, o con otros, pudiera tomar contacto con una realidad superior.
Desde la remota antigüedad hasta nuestros días, encontramos una gran diversidad de formas y dimensiones en estas construcciones especiales. Más allá de las formas exteriores que son propias a las diferentes épocas y culturas, todas estas construcciones expresan una misma búsqueda, una misma necesidad y quizás también, una misma experiencia.
Las Salas de los Parques son semi-esféricas.
Son un espacio que permite a toda persona, creyente o no, poder sentirse a gusto y poder concentrarse en su mundo interior.
Dentro de esta forma semi-esférica vacía, las personas se disponen en círculos.
En las salas de los Parques de Estudio y Reflexión, lo más importante son las personas.
La sala tiene cuatro entradas, totalmente simétricas, protegidas del exterior. Un círculo exterior le da un límite esférico perfecto a la construcción.
La forma de la Sala hace pensar en el mándala tibetana o en la chacana de los pueblos indígenas de América del Sur.
La Sala favorece el acceso a la experiencia interna profunda, a través de su espacio semi- esférico vacío, cuya forma ayuda a concentrar la energía, y a tomar contacto con lo sagrado que está anidado dentro de cada uno.
La Sala es un ámbito propicio a las ceremonias y a la meditación: lo es especialmente para trabajar con la Fuerza interior y para poder dirigirla hacia sus seres queridos.
Para finalizar esta presentación, los invitamos a compartir una experiencia, una experiencia breve, sencilla de contacto con La Fuerza Interna
Para realizarla necesitamos cierta disposición, dada por un tono y una apertura emotiva.
Los invito a cerrar los ojos y con mucha suavidad y calma interna ir hacia nuestra propia interioridad, aquí vamos a despejar la mente de toda preocupación, a serenar nuestro corazón y a aflojar nuestro cuerpo…
Relaja plenamente tu cuerpo y aquieta la mente…
Entonces, imagina una esfera transparente y luminosa que bajando hasta ti, termina por alojarse en tu corazón…
Reconocerás que la esfera comienza a transformarse en una sensación expansiva dentro de tu pecho…
La sensación de la esfera se expande desde tu corazón hacia afuera del cuerpo, mientras amplías tu respiración…
En tus manos y el resto del cuerpo tendrás nuevas sensaciones.
Percibirás ondulaciones progresivas y brotarán emociones y recuerdos positivos…
Deja que se produzca el pasaje de la Fuerza libremente. Esa Fuerza que da energía a tu cuerpo y mente…
Deja que la Fuerza se manifieste en ti…
Trata de ver su luz adentro de tus ojos y no impidas que ella obre por sí sola…
Siente la Fuerza y su luminosidad interna…
Deja que se manifieste libremente…
Con esta Fuerza que hemos recibido, concentremos la mente en el cumplimiento de aquello que necesitamos realmente…
Con este pedido damos por finalizada la experiencia y este recorrido guiado por los símbolos del paque.
Para todos… PAZ FUERZA Y ALEGRIA