La Internacional Humanista se pronuncia por la Paz en Siria y demanda de los pueblos civilizados del mundo una actitud diametralmente opuesta a la expresada en los hechos hasta hoy. Para eso es necesario atender al siguiente marco conceptual…
La Internacional Humanista se pronuncia por la Paz en Siria y demanda de los pueblos civilizados del mundo una actitud diametralmente opuesta a la expresada en los hechos hasta hoy. Para eso es necesario atender al siguiente marco conceptual:
Por: Luis Ammann
1. El pueblo sirio merece el mejor esfuerzo de los países del mundo para obtener una paz que le permita desarrollarse conforme a sus propias aspiraciones. En consecuencia, cualquier negociación que se lleve adelante debe tener en cuenta la necesidad del pueblo sirio de avanzar hacia una la democracia plena en un plazo breve.
2. La violencia no es una solución aceptable en ningún caso y urge que las Naciones civilizadas del mundo nos pronunciemos por la Paz y la No Violencia.
3. La solución debe ser política y no militar.
4. Es necesario condenar expresamente la injerencia militar de los países extranjeros de cualquier signo político porque es fundamental fortalecer el principio de soberanía de las naciones.
En acuerdo con estos principios la propuesta de acción de la Internacional Humanista es: En lo inmediato
– El cese de la intervención militar estadounidense y europea en los asuntos internos de Siria. – El cese del fuego garantizado por una misión permanente de observadores no comprometidos con los países que atacan a Siria. – Un programa y calendario de reformas políticas y sociales acordado con los partidos políticos que actúan en Siria y con representación de Asambleas de base.
Esa es la base de condiciones mínimas para superar esta encrucijada donde la violencia de una minoría se enfrenta a la violencia de otra minoría, lo que ocurre entre estados, etnias o grupos religiosos.
Por eso, los humanistas proponemos, como venimos haciéndolo desde hace casi 30 años, a la democracia real o directa como la vía de liberación y transformación, que pondrá finalmente al ser humano como valor central para entrar en la verdadera historia humana.
Finalmente, reiteramos que cuando hablamos de “democracia directa o real” estamos hablando de paz, porque si se consultara a las poblaciones sobre la participación en las guerras, éstas no existirían. Son los pueblos los que aman la vida y, por tanto, los que quieren verdaderamente la paz.
Federación Internacional de Partidos Humanistas
Equipo Coordinador
Fuente: www.luisammann.com.ar